A medida que Duque hablaba, la lluvia arreció y algunos de los asistentes decidieron abandonar sus lugares, lo que hizo que parte de la Plaza de Bolívar se desocupara.

 

A Luciana, de 11 años; Matías, de 8; y Eloisa, de 6; los hijos de Duque, también se los llevaron de la tarima por la fuerte lluvia.

La pantalla en la que se transmitía la señal oficial para los presidentes, congresistas, y demás invitados empezó por mostrar imágenes pixeladas y luego se empezó a caer poco a poco a pedazos.

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Entre tanto, muchos otros asistentes decidieron aferrarse a sus sombrillas o ignorar el clima y escuchar con atención al presidente Duque.

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