La grabación fue difundida por W Radio y muestra al congresista —que dijo estar en esa reunión en representación de sus padres, quienes tienen un apartamento en el edificio Luz Marina, del barrio Rosales, en el norte de Bogotá— hablando con otros copropietarios.

En la conversación se escucha a uno de ellos, de nombre Salvador, criticar la pasividad de los demás ante la delicada situación de su trabajadora y califica los actos como secuestro:

“Lo he denunciado y les dije a ustedes, nunca me escucharon. […] No me retracto de las acusaciones que hago esta noche por la falta de humanidad contra una dama. Ustedes deberían estar solidarios con esa mujer que tiene una parálisis, que tiene principios de cáncer; donde le han quitado la libertad de locomoción. ¡En pleno siglo XXI una persona secuestrada. Tengo las pruebas”.

Justo en ese momento fue interrumpido por otro hombre, identificado por la emisora como Óscar Osorio, presidente del Consejo del edificio, que le dice: “Por Dios, Salvador, estamos en una pandemia”, con lo que intentó desestimar la denuncia y le dio paso al senador.

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Varón comenzó su intervención diciendo que todos están cansados y le dice a Salvador: “Estas cosas son habituales, no me son ajenas”, sin dejar claro a qué se refiere, y añadió sobre el caso puntual:

“Si ya hay un consejo, formalicemos esto; avancemos y en la próxima reunión, después de que la administradora haga su labor con los descargos lo revisaremos. En eso que usted dice tiene razón, hay que ser humano pero también hay que entender que si se hubiera tomado otra decisión, también podría haber ahorita algunas quejas por haber dejado el edificio sin vigilancia”.

El congresista añade que espera avances en el caso y reitera que está “acostumbrado a esas circunstancias”. Inmediatamente se despide, no sin antes dejarles una petición a los corpopietarios: “Les agradezco mucho y espero que vuelvan a convocar una reunión, pero ya para tratar temas que de verdad nos permitan avanzar”.

Este es el video:

Entre tanto, la emisora agregó que cuando que cuando Fonseca tuvo que salir del edificio en una ambulancia por los padecimientos de salud que le provocó esa situación, Óscar Osorio le dijo: “Ya qué Edy, mire en el problema en el que nos metió”, y luego la despidió.

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Por eso, Varón reiteró en ese medio que acudió a esa sesión porque en el edificio vivía su mamá, que falleció recientemente, y “tuvo lugar un día después de que Edy abandonara el edificio”; además, se defendió segurando que no conocía la verdadera situación:

“Me dijeron que no estaba en el sótano, sino un apartaestudio donde estaba la administración. Me dijeron que tenía baño, sofá cama, que había salido los dos días de Semana Santa, y afirman que se le pagaron aproximadamente dos millones y medio por el mes”.

Por eso no denunció en su momento, dijo, y para justificarse añadió en Blu Radio que no tenía pruebas. Aunque en la emisora se preguntaron si en realidad las necesitaba teniendo en cuenta las condiciones en las que la mujer abandonó el edificio.

“Pusieron de presente el caso de la señora Edy, veo que hay unas personas que defienden, otros dicen que no es cierto. Lo que debe pasar es que se presenten las pruebas y que sea un juez el que defina porque no podemos actuar como jueces. Con posterioridad a ese hecho, le pregunto al presidente del Consejo y a la Administración y me dijeron que no es cierto, que no estuvo en una condición de no poder salir”.

“Ir a la Fiscalía a decir qué oí cuando sé que puede haber pruebas reales, no tenía ningún sentido”, puntualizó en esa emisora.

Fonseca fue obligada a vivir durante un mes en un sótano del edificio donde prestó el servicio de vigilancia privada durante el último año, debió sobrevivir con 15.000 pesos diarios para sus tres comidas y otras necesidades y solo salió de allí en un ambulancia cuando su salud se deterioró gravemente, al punto de sufrir una parálisis facial y otros padecimientos.