Si bien las primeras informaciones al respecto no abundan en detalles de la lamentable escena, las imágenes son lo suficientemente elocuentes como para estremecer la sensibilidad de cualquier ser humano.

Entre los detalles que llaman la atención está el hecho de que las tres menores son plenamente conscientes de lo que hacen y también de que quieren registrar su conducta con un teléfono celular.

De hecho, le dicen a la niña más pequeña, a la que le van a suministrar la marihuana: “Pa’ la foto, pa’ la foto”, y le ofrecen una paleta.

El artículo continúa abajo

Después, una de las menores aspira el alucinógeno, pero no lo consume todo, sino que expulsa una bocanada de humo sobre la boca de la niña que está tumbada en una cama.

La niña se estremece y tose en medio de las risas de las otras. A duras penas se puede incorporar para recibir una chupeta. Le preguntan cómo se siente, y si quiere el último. La niña asiente, se vuelve a subir a la cama, la bajan y le dan otra bocanada de marihuana.

El video no solo expone la realidad de lo que pasa con muchos niños que permanecen solos en sus casas, sino que evidencia la herida abierta de una sociedad enferma que no consigue acabar con el flagelo que mata a sus jóvenes desde muy temprano, mientras debate si la solución es perseguir o no en las calles la dosis mínima.

Este es el video: