Los videos del momento muestran la consternación generalizada y cómo muchos de los presentes se miraban entre sí y no sabían cómo reaccionar:

Después se reanudaron los cacerolazos, que disimularon en parte el llanto de los amigos del muchacho que se encontraban allí:

Sobre la carrera séptima comenzaron a dejar mensajes y a encender velas por su descanso:

Asimismo sucedió en el centro de Bogotá, donde el muchacho cayó fulminado por un artefacto del Esmad, lugar que se convirtió en sitio de romería casi inmediatamente: