En las imágenes se aprecia la impresionante cantidad de estos trabajadores aglomerados frente a una bodega —ubicada en la calle 128, entre las carreras 46 y 47— esperando los pedidos de comida y, presuntamente, de bebidas alcohólicas, según City Noticias.

“De qué sirve estar en cuarentena, si miren acá a los señores de Rappi”, se escucha que dice uno de los denunciantes, mientras graba a varios domiciliarios en sus motos, bicicletas y caminando por la estrecha calle.

La preocupación de estas personas surge, no solo por el alto peligro que generan las aglomeraciones y que, en circunstancia, están prohibidas para evitar la propagación de la pandemia del COVID-19, si no por las supuestas amenazas que han recibido contra sus vidas por parte de los repartidores.

“Los domiciliarios no cumplen con las normas de salubridad, en varias ocasiones ha habido agresiones físicas entre los domiciliarios y la comunidad, llegando amenazas contra nuestra vidas y nuestras casas”, señaló una vecina, a través de un comunicado que leyó para el noticiero.

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Otra de las denuncias que hacen los residentes, en el medio capitalino, es la alarmante contaminación que hay en esa calle de su barrio por los  residuos que, al parecer, producen y dejan estas personas.

Además, aseguran que los domiciliarios “se meten en contravía, no respetan las señales de tránsito y hacen lo que quieren”.

Sobre la denuncia, Rappi emitió un comunicado en el que le explicó a Pulzo:

“Esta imagen es un hecho ocurrido por la alta demanda de ese día y, de inmediato, fue reportado a las autoridades. La compañía tomó las medidas pertinentes para que este hecho no se repita. El mismo día se apagó la tienda, y en el momento se están abriendo más puntos con el aliado para balancear la demanda”.

A continuación, el video difundido por City Noticias, donde se aprecia la multitud de trabajadores.