Los cárnicos, en alto grado de descomposición, eran almacenados en una casa del barrio San Bernardino, en el sur de Bogotá. En su operativo, la Alcaldía local de Bosa encontró cerca de 4 toneladas de carne de res, pollo y pescado que estaba siendo preparada para el consumo humano.

Autoridades, citadas por Blu Radio, destacaron que allí se estaban haciendo jamones y salchichas para ser vendidos durante la época de fin de año.

Javier Alba, alcalde local, dijo que los delincuentes que pretendían hacer negocio con la carne podrida recorrían varios negocios y recogían las sobras y los elementos en descomposición.

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Según el alcalde, los transportaban, los procesaban y, además, les aplicaban unos químicos para que se vieran bien y luego repartirlos en diferentes salsamentarias.

“Es uno de los operativos más desagradables que he tenido que hacer […] no puedo entender cómo se hace negocio con este tipo de elementos”, concluyó Alba.

Este es el video del operativo, publicado por la Alcaldía local de Bosa: