Para Dávila, luego de leer la carta, publicada este sábado en su columna para la revista Semana, Carrillo está impedido en todos los procesos en los que hay intereses de Sarmiento Angulo y su conglomerado, como la Ruta del Sol II.

Lo que le quedó claro a la periodista de entrada es que había una línea directa entre Carrillo y el dueño del Grupo Aval, pues la misiva estaba directamente dirigida a él.

Muy apreciado doctor Luis Carlos: Permítame en primer lugar agradecerle el haberme dado la oportunidad de estar a su lado durante estos últimos meses contribuyendo a la consolidación de proyectos de su organización”, se puede leer en el texto publicado por Dávila en Semana.

Vicky, además, recuerda que Fernando Carrillo no incluyó que había trabajado para Luis Carlos Sarmiento Angulo en su hoja de vida que le presentó al Congreso, que lo eligió procurador con 92 votos.

“Un suspicaz diría que para ser elegido procurador Carrillo negó a su poderoso y principal jefe”, analiza la comunicadora.

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Carrillo fue asesor de Sarmiento Angulo desde el primero de diciembre de 2015 y al 15 de diciembre de 2016, con un contrato firmado a través de la empresa Adminegocios de propiedad de la Organización Sarmiento, con un sueldo de 89 millones de pesos mensuales.

Incluso, antes de posesionarse como procurador, alcanzó a cobrar otros 2 meses y así redondear en 1.112 millones de pesos aproximadamente su trabajo con el magnate colombiano, cuenta Vicky Dávila en su columna.

Sobre el final de la carta, Carrillo pide que sea aceptada su renuncia para “seguir aportando al futuro de este país como usted lo ha hecho con clarividencia y efectividad durante las últimas décadas”.

Sin embargo, la también periodista de La W se pregunta, con acidez, si el procurador “puede investigar algo relacionado con el clarividente y efectivo Luis Carlos Sarmiento Angulo”.

“Si fue funesta la presencia de Néstor Humberto Martínez como fiscal en el caso Odebrecht-Aval, también lo es la permanencia terca del procurador Fernando Carrillo. Aún se puede declarar impedido. Hágalo, procurador, no solo hay que ser, también hay que parecer”, así finaliza Dávila su columna.