“Me niego al chantaje de los que aúpan la protesta, pero viven como reyes. ¡Hipócritas!”, manifiesta Vicky Dávila en Semana respecto de su decisión de no apoyar las movilizaciones convocadas en todo el país para el próximo 21 de noviembre.

Al exponer sus razones, la columnista expresa su disgusto frente al “aprovechamiento político de una protesta justa de los colombianos más débiles”, con lo cual critica la “manipulación”, “falsa solidaridad”, “odio” y a los “oportunistas”, entre otros factores e intereses, que, a su juicio, también están detrás de las jornadas.

Salud Hernández-Mora

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Sin mencionar a alguien en especial, la periodista cuestiona en su artículo de opinión a los políticos que con las marchas “se cuelguen medallas de triunfo en el pecho” y los partidos que la tienen “harta”.

Incluso deja un manto de duda sobre la responsabilidad que los medios de comunicación podrían tener, al parecer, en las inconformidades sobre las que reclaman los colombianos para salir a las calles el próximo jueves:

“Los medios y los periodistas debemos hacer un mea culpa en todo esto, seguro no hemos estado a la altura. A lo mejor no siempre hemos interpretado bien al pueblo”, comenta en su columna.

Pero también, Dávila dice ser consciente de que “hay una inconformidad creciente y justa con el actual Gobierno, que no ha podido avanzar con la celeridad que debería en la resolución de los problemas más urgentes de los ciudadanos”.

Frente a esto último, en su artículo asegura sentir “simpatía” por los reclamos de docentes y estudiantes; comprender las preocupaciones de desempleados y trabajadores; y entender las exigencias de los colombianos frente a temas como la salud, las pensiones, la corrupción, la violencia y la impunidad.

Y pese a expresar su respeto por quienes sí saldrán a las calles, la columnista termina por alejarse de la decisión de los marchantes dando a entender que, a su juicio, el caos es el fin de dichas protestas.

Marcha de Fecode

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La postura de Dávila contrasta con la de otros columnistas como Ramiro Bejarano en El Espectador y María Jimena Duzán, también en Semana.

El primero invita a marchar, no sin antes cuestionar el actuar del presidente Iván Duque frente al paro y algunas de sus más recientes decisiones, como los nombramientos de Carlos Holmes Trujillo y Claudia Blum en los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores, respectivamente.

“Si otro fuese el mandatario, seguramente habría liderado una gran crisis ministerial para cambiarle el tono y el destino a su desastroso y criminal gobierno. Veremos qué queda después del 21; por lo pronto, a marchar”, anota Bejarano en el periódico bogotano.

Duzán, por su parte, expone las razones por las que apoyará la marcha y también cuestiona la oposición del uribismo a las jornadas de protesta pues, considera, esta se ha hecho desde la “rabia” y la “violencia”.

“Los uribistas tienen la esperanza de que su delirio se vuelve realidad y que el 21 de noviembre la protesta no termine siendo pacífica. Por eso andan en la tarea de incentivar la rabia, que es el mejor camino para instigar la violencia”, apunta la periodista en Semana.