La Secretaría de Salud del Meta informó que existe un represamiento de 15.540 vacunas contra la COVID-19 en los 29 municipios del departamento, que además, estarían a punto de vencerse el próximo 27 de septiembre.

La mayoría de vacunas son del laboratorio Sinovac, que se encuentran autorizadas por el Ministerio de Salud y Protección  Social para ser aplicadas a  la población mayor de 3 años, en  primera y segunda dosis, y como dosis de refuerzo para la población mayor de 18 años que hayan completado su esquema de vacunación con biológico Sinovac.

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De acuerdo con la Secretaría de Salud del Meta, son dos las causas asociadas al  vencimiento de estas vacunas. La primera, es la poca afluencia y la resistencia de la población para iniciar o completar esquemas de vacunación.

El segundo factor está relacionado con  la negación de los padres o adultos, para permitir la vacunación en los menores de edad, a pesar de que la Asociación Colombiana de Infectología, la Asociación Colombiana de Inmunología y la Sociedad Colombiana de Pediatría, y del comité asesor de vacunas del Ministerio, han estudiado toda la evidencia y han señalado que  las vacunas de  Sinovac son “muy seguras, producen inmunogenicidad y son toleradas por los menores”.

Aunque se han hecho esfuerzos, la Secretaría de Salud del Meta aseguró que el avance de vacunación en esta población es muy lento.

“En niños de 3 a 11 años el porcentaje de avance en primeras dosis es de 57.4  % y con esquemas completos es 39.1 %. En población de 12 a 17 años el avance de vacunación en primeras dosis es de 55.13 % y en esquemas completos 38.9%”, informó la Secretaría de Salud.  

Para epidemiólogos consultados por Llano SIE7EDÍAS esta situación es preocupante, “porque la población pediátrica es un objetivo de vacunación importante en este momento, ya que es una de las más expuestas a la aparición de subvariantes de COVID-19 que han evadido la capacidad de que nos podamos defender en contra de ellas”.

Ante esta situación, los expertos recomendaron avanzar en la vacunación de este grupo de edad, ya que “a pesar de que los niños no son el foco de la pandemia y tienen una gravedad mucho menor o se infectan menos, de todas maneras se pueden infectar y pueden diseminar el virus”.

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¿Qué pasará con las vacunas vencidas?

Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio de Salud y Protección Social, recordó que alcaldes y gobernadores son los responsables de estos inventarios y deben responder por la aplicación, vencimiento y pérdidas.

“Son los gobernadores, secretarios de salud, quienes hacen distribución a las entidades territoriales, a los municipios y los municipios a las IPS. Por eso, la verificación de la custodia, no solo de la cadena de frío, sino los tiempos en que se vencen son responsabilidad de los entes territoriales”, dijo.

Bermont instó a estos actores a llevar una constante verificación de los tiempos de las vacunas para que hagan campañas de búsqueda de la población o se redistribuyan en el ente territorial de la forma más adecuada. “No podemos permitir que una sola vacuna se pierda por vencimiento de fecha de expedición”.

Sobre este punto, el director recordó que, para evitar cualquier tipo de pérdida la cartera de Salud emitió una resolución que autoriza la redistribución de vacunas entre municipios o IPS del mismo ente territorial, con el fin que aquellos municipios que no tienen buena velocidad de vacunación no se queden con las vacunas en sus neveras, sino que las trasladen a otros con mayor ritmo para que sean aplicadas.

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Asimismo, explicó que el Ministerio asigna los biológicos por peso poblacional. “Las vacunas que llegan a un territorio son porque tienen la población objeto a vacunar”, pero si no las ponen en los brazos, sino que están en neveras y tienen fecha de vencimiento por descongelamiento, los mandatarios tienen la responsabilidad de reasignarlas.

“Es autonomía de la entidad territorial redistribuir las vacunas entre municipios del mismo departamento”, concluyó.