Así lo manifestó el Ministerio de Cultura en un comunicado:

“La Unesco instó al Gobierno Nacional a persistir en las acciones para que la construcción del proyecto Aquarela no continúe y a que se considere la demolición de la edificación”.

El proyecto habitacional Aquarela, de 5 torres de 32 pisos cada una, se comenzó a construir en cercanías del Castillo de San Felipe de Barajas, una de las joyas arquitectónicas de esa ciudad.

Las obras están suspendidas por las acciones legales que tomó el Ministerio de Cultura en 2017, que alegó entonces que se violaron las normas de protección del patrimonio.

El Gobierno colombiano deberá presentar el primero de diciembre de 2020 al Centro del Patrimonio Mundial un informe actualizado sobre el estado de este patrimonio y la implementación de las recomendaciones hechas por ese organismo.

“El Estado colombiano dejó constancia en este comité de que está totalmente comprometido en tomar todas las medidas necesarias que resuelvan el impacto que ha originado este proyecto”, dijo el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Alberto Escovar, citado en la información.

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Añadió que “frente a las acciones legales lideradas por el Ministerio de Cultura, la construcción del proyecto Aquarela fue suspendida en 2017 y actualmente enfrenta varios procesos legales que confiamos terminarán en la demolición parcial o definitiva”.

El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco también recomendó a Colombia tomar varias acciones como continuar con “los planes especiales de manejo y protección, particularmente del centro y el de la bahía, esto sumado al plan especial de protección que ya se hizo del Castillo de San Felipe y de las murallas” manifestó Escovar.

Además solicitó la finalización del estudio y la evaluación del proyecto Hotel Santa Catalina, construido en un terreno que antes ocupó otro hotel en cercanías de la Torre del Reloj, en el centro histórico de la ciudad.

No obstante, temas como el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico y de las Fortalezas de la Ciudad, el cual es un requisito irreductible de todas las ciudades patrimonio ante la Unesco, no ha sido discutido en Cartagena desde 1994.