Su sueño era poder darles lo mejor a su madre e hija, de 9 años. Sin embargo, manos asesinas se interpusieron en su camino y, tras 20 días desaparecida, un reciclador encontró muerta a Yésica Marcela Calvo Montoya en Guayaquil, Ecuador.
Las redes sociales del país vecino se inundaron con sus fotos, pedían por su regreso sana y salva. De acuerdo con el diario El Expreso, a la nacida en Supía (Caldas), de 27 años, la hallaron el miércoles metida entre bolsas en la Isla Trinitaria, a unos 200 metros del terminal portuario Trinipuerto.
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Desde que se supo de su desaparición y tras notar que no contestaba su celular ni los mensajes, la madre de Yésica viajó a la ciudad costera para buscarla. Ahora, esperan su regreso para darle cristiana sepultura a la joven.
Una hermana comentó que entre amigos y familiares recogieron dinero para la repatriación del cuerpo. Recordó que era una persona “alegre, nunca estaba la tristeza con ella y siempre contagiaba alegría”.
Yésica laboraba como prestamista o gota a gota y constantemente les decía a sus allegados que le estaba yendo muy bien. Esperaba regresar pronto al país para pasar Navidad con su familia.
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El Expreso indicó que las autoridades revisan las cámaras de seguridad para tratar de identificar a las personas que abandonaron el cuerpo de la mujer.
La persecución a los colombianos que se dedican a este negocio no es nueva y parece recrudecerse más. En noviembre pasado, sicarios de la banda los Gallegos, que al parecer trabajan para el Tren de Aragua, mataron en Perú a tres hombres que se habrían negado a pagarles la vacuna. En México y Guatemala ocurrieron otros dos crímenes.
En los últimos siete años han asesinado a 11 caldenses que aparentemente se dedicaban a prestar dinero o al gota a gota. En mayo pasado murió en Brasil Jairo Andrés Gómez Hernández, natural de Aranzazu, a quien atacaron a bala.
Durante el 2022 también murió ahogada la riosuceña Luz Evelia Rodríguez, mientras disfrutaba de un paseo. Asimismo, el salamineño Andrés Felipe Arroyave perdió la vida dos meses después de resultar herido, tras ser víctima de un atraco.
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