Es el caso de la vereda El Cural- La Tigrera, en Tolima, donde la familia de Alejandra Garzón Bravo vio cómo en pocos minutos un aterrador deslizamiento se llevó la vivienda en la que transcurrieron 12 años de sus vidas. Lluvias también han afectado a Ibagué, capital del departamento.

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El pasado 2 de abril, el mal tiempo y las fuertes lluvias se salieron de control en El Cural- La Tigrera y en otras partes del país. Como consecuencia de ello, varias familias resultaron perjudicadas, entre ellas la de Alejandra Garzón Bravo, quien le relató a Q’Hubo que “primero se vino un barranco, cuyo deslizamiento pasó derecho hacia otras viviendas que están en la parte de abajo. Mi esposo abrió una zanja para que circulara el agua de lluvia, pero vino un segundo derrumbe sobre el techo del baño”.

En ese momento, la familia se puso en alerta, pues según contó Garzón, jamás habían visto una tormenta similar. La pareja, que vive con sus hijas de 14 y 9 años; y un bebé de tres meses de edad, decidió prepararse para abandonar el lugar.

“Yo estaba pendiente del bebé. Mis hijas y yo nos pusimos las botas. Mi esposo nos dijo que saliéramos. Tan pronto lo hicimos, se desprendió el barranco y la casa quedó sepultada. Lo único que pudimos rescatar fueron algunas cosas de la cocina”, contó la afectada.

Las familias que viven en este sector son conscientes de lo inestable del terreno, pero de acuerdo con Garzón, no es usual que sucedan este tipo de desastres.

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En el sitio hicieron presencia funcionarios de la Secretaría Municipal de Gestión del Riesgo, quienes los censaron para una reubicación y les suministraron un mercado, elementos de aseo y dos colchonetas. Sin embargo, esta familia aún requiere ayuda, no solo en lo que a alimentos se refiere, sino para poder levantar de nuevo su vivienda.

“Gracias a la solidaridad de muchas personas hemos recibido ropa y una cama. En este momento lo que necesitamos son alimentos y pañales”, indicó Alejandra. Asimismo, aseguró que levantarán de nuevo su vivienda y que cualquier donación de tejas, cemento o materiales será bienvenida.

Los habitantes de El Cural piden a la Administración Municipal que acuda a otras veredas como Cataima, ubicadas en la parte alta de esa zona, pues muchos campesinos perdieron sus cultivos de café y resultaron perjudicados por las lluvias.