Parra Rodríguez es procesado como presunto determinador del asesinato de Jhonny Alonso Orjuela, dueño de los almacenes Surtifruver, y fue capturado en el aeropuerto El Dorado (Bogotá) el pasado 2 de septiembre junto a su hija, en el momento en que ella intentaba salir del país.

El hombre fue imputado por delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito ya que “habría legalizado durante 15 años millonarias sumas de dinero para el desmovilizado grupo de las Farc, que le permitieron ganar estatus de empresario prestante, mantener contacto con diversas personalidades del país y adquirir bienes lujosos”, indica la Fiscalía en un comunicado.

En las pesquisas se identificaron 65 propiedades que figuraban a nombre de Parra, de sus familiares y amigos más cercamos, y están avaluadas en 57.000 millones de pesos.

Además, agrega el órgano investigador, 24 cuentas bancarias fueron congeladas.

La historia de testaferrato comenzó en 1998 cuando Parra Rodríguez visitaba la zona del Caguán (Caquetá)  y “llevaba mercado y diversos artículos a los campamentos de esa organización”. De regreso, según testigos citados por la Fiscalía, el hombre sacaba “quincenalmente de las selvas de Caquetá entre 100 y 200 kilogramos de cocaína, que eran camuflados entre quesos, por lo cual recibió el alias de ‘Quesero’”.

En noviembre de 2003 lo capturaron en la vía Honda-Tolima cuando transportaba 86 kilos de estupefacientes, y aunque fue condenado a 16 años de cárcel logró el beneficio de libertad condicional en septiembre de 2010.

Por estos hechos también fueron detenidos 2 policías, Héctor Romero Santiago y Emigdio Caldón, que presuntamente escoltaban el cargamento en otro carro, informó Blu Radio.

“Las investigaciones indican que, tras quedar libre, (Parra) retomó los presuntos nexos con cabecillas del Bloque Sur de las Farc y de la columna Teófilo Forero, y constituyó un capital desproporcionado que poseía a través de sociedades, establecimientos comerciales y otros bienes que habrían servido para blanquear dineros, y que hoy son objeto de medidas cautelares de extinción de dominio”, agrega la Fiscalía.

Precisamente, uno de los bienes incautados es un terreno ubicado en el barrio Mochuelo, en el sur de la capital, en donde según la investigación se iba a sembrar un cultivo de arándanos, negocio que habría causado la disputa entre Parra y el dueño del Surtifruver ya que este último pretendía terminar esa sociedad.

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El ostentoso empresario también está implicado en el crimen del líder social y expersonero de Pitalito (Huila), Luis Gerardo Ochoa, asesinado el pasado 6 de abril al parecer porque asumió la defensa de unas 400 víctimas, que denunciaron haber sido estafadas por una urbanizadora ilegal constituida por Parra Rodríguez y un socio.

En cuanto a la hija del procesado, Paola Andrea Parra, la Fiscalía encontró que “parte de las propiedades y las sociedades ocupadas, así como las cuentas congeladas, figuran a (su) nombre”, y que la joven de 28 años “registró un incremento patrimonial inusitado, debido a que nunca ha trabajado ni ha declarado renta”.

Pese a que la mujer fue imputada por los mismos cargos de su padre, fue cobijada con casa por cárcel.

Mauricio Parra fue detenido en El Dorado junto a Paola Parra Marín. / Foto: Migración Colombia-Blu Radio