Así lo dijo en Blu Radio el monseñor Elkin Álvarez, secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, que explicó detalles del robo que sucedió en la sede de Bogotá, que a él le entregaron.

El sacerdote no explicó por qué en lugar de atender a los supuestos policías por una ventana, o desde afuera, los vigilantes los dejaron ingresar; no obstante, señaló que es usual “atender” a los servidores públicos y que nadie está excepto de un engaño. 

Los ladrones disfrazados de policías llegaron hasta la Conferencia Episcopal diciendo que como la inseguridad en Bogotá está tan grave, ellos estaban haciendo una ronda. Aseguraron, según el monseñor, que debían dejar constancia en una bitácora y necesitaban un esfero.

Fue entonces cuando esos ladrones ingresaron a la sede y, cuando vieron la oportunidad, sometieron a los celadores y les abrieron las puertas a los otros delincuentes para cometer el robo.

Los criminales tenían todo un arsenal de herramientas sofisticadas para abrir las puertas  de las oficinas, y, pese a tener a la Escuela de Cadetes José María Córdova y a guardias de El Buen Pastor al lado, se tomaron su tiempo (casi dos horas y media) para buscar lo más valioso.

“[Los policías falsos] llamaron un grupo grande que estimamos en diez personas, para el total, que entraron en vehículos y con herramientas neumáticas y sofisticadas para poder tumbar las puertas de las oficinas” dijo Álvarez.

Incluso, como no pudieron abrir dos cajas fuertes, se las llevaron, confirmó el secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana a la emisora.

Ni él ni las autoridades aún saben cuánto es el valor de lo que se robaron; sin embargo, según dijo el religioso en el medio, en las cajas fuertes no había tanto dinero en efectivo, sino documentos “importantes”.

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La afectación es sobre todo los destrozos. Yo creo que ya se imaginan todo lo que esto significa para poder continuar la misión porque ponen a la Conferencia en una tarea que exige prácticamente parar todos los proyectos que venía realizando”, agregó.

La Conferencia Episcopal añadió en un comunicado que al momento del robo habían 4 trabajadores, que también fueron amordazados, pero que se encuentran en buen estado de salud.

Monseñor dijo en la radio que creen que sí hubo un conocimiento previo de las instalaciones, pues sabían donde estaban las cajas fuertes.