La inseguridad en Bogotá ha llevado a que los ciudadanos tengan que mantenerse muy atentos para evitar los espacios más peligrosos, como es el caso de la esquina de los atracos en la localidad de Bosa.

Incluso, recientemente se presentó un informe acerca de los lugares dentro de la ciudad en los que más roban celulares, algo que dejó una estadística llamativa para tener en cuenta.

Entre las Unidades de Planeamiento Zonal (UPZ) de la capital colombiana, uno de los espacios más exclusivas tiene los registros más altos y, además, allí se reporta una nueva modalidad por la que las autoridades llaman la atención.

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De acuerdo con un informe de El Tiempo, la UPZ del Chicó Lago (ver mapa), en la localidad de Chapinero, es en donde las cifras de reportes son las más altas en el robo de celulares.

El Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco), que permite un seguimiento por parte de la Secretaría de Seguridad, refleja los impactantes datos.

“Según el Siedco, de enero a junio de 2022 se han presentado 1.311 casos de hurto de celulares, 352 más que en el mismo periodo de 2021, cuando hubo 959, lo que representa un aumento del 36,7 por ciento”, indicó el medio.

Sobre el tema agregó: “Esta cifra supera los datos totales de varias localidades, como por ejemplo Puente Aranda, que tiene 1.305 registros; Ciudad Bolívar, que suma 1.194, o Los Mártires, que tiene 1.171”.

El reporte dentro de la zona de Chicó Lago, la que más sufre por los robos de celulares en Bogotá, muestra la siguiente lista de los barrios más afectados, según la cantidad de delitos:

  1. El Retiro: 254 robos.
  2. Antiguo Country: 121.
  3. Porciúncula: 83.
  4. Quinta Camacho: 78.
  5. Chico Norte III: 94.
  6. La Cabrera: 64.

Nueva modalidad de robos de celulares en Bogotá

Según el informe de El Tiempo, aparte del hurto de los celulares, otro aspecto que preocupa es el robo de información personal, tema en el que la Fiscalía General le ha hecho seguimiento a redes delincuenciales que llevan los aparatos al barrio Santa Fe con la intención de extorsionar.

“Es una nueva modalidad de hurto, pero es nueva por el fin y por la forma como se desarrolla después. Ahora, al acecho están los marcadores. Ellos buscan un teléfono que sea bueno, ya no por la marca, sino por la información que se pueda desencriptar”, le contó a ese diario una fuente de la Fiscalía.

En ese informe indican que el dispositivo lo compran expertos, muchas veces extranjeros, que luego de desbloquearlo se encargan de acceder a aplicativos de cuentas bancarias a nombre del titular para ejecutar transferencias y hasta utilizar listas de contactos y demás información.

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