Empresas Públicas de Medellín (EPM) dio a conocer fotos y videos en donde se aprecia que el flujo del agua avanza lentamente para alimentar al río Cauca, que está prácticamente seco desde que la compañía tuvo que cerrar las compuertas.

“No se reportan novedades fuera de lo planeado, esta es una maniobra que no representa riesgos para las comunidades aguas abajo del río Cauca”, explicó EPM, que de todas formas entregó varias recomendaciones para que la comunidad esté atenta.

La compañía explicó que este proceso de alimentación será progresivo hasta que el río alcance “su nivel normal para esta época del año”, y que durante los próximos 3 días el flujo del agua “se incrementará a una tasa aproximada de 8 metros cúbicos por hora”.

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Pese a este alentador balance, los problemas ambientales y las afectaciones a las comunidades aledañas al río no paran allí, pues según dos expertos de la Universidad Nacional que estuvieron en W Radio “llenar el Cauca no es como llenar una piscina”, porque “los daños son irreversibles”.

Por ejemplo, José Iván Mojica, biólogo y curador de las colecciones científicas de peces del Instituto de Ciencias Naturales de la Nacional, dijo en entrevista con Vicky Dávila que mientras sube el cauce “las ciénagas de la parte baja del río (en Nechí y La Mojana)” no van a recibir el agua necesaria para que el ecosistema se mantenga.

“El río es un organismo vivo. Es el peor momento para lo que ha pasado; porque en enero y febrero deja de llover y llega menos agua a las ciénagas […] hay caudales muy bajos, se evidencia la máxima población de peces; ¿qué va a pasar con las ciénagas? Va a haber una gran falta de conectividad […] los peces quedan en el cauce principal (que) no es el tipo de lugar donde están acostumbrados, a medida que aumente la sequía los efectos se van a ver más”, dijo Mojica.

En ese sentido, el profesor de geociencias Modesto Portilla agregó, en la emisora, que cuando el agua empiece a bajar prácticamente va a lavar el río.

“Cuando vuelva a verter el agua abajo del muro, va a arrastrar todo el barro y los sedimentos que tiene en este momento. Ese barro va a hacer que el agua se vuelva más viscosa, como una melcocha, que le impide entrar fácilmente para volver a llenar la esponja que está en los laterales”, dijo Portilla.

Según el experto, ese proceso “no va a ser inmediato, porque tiene más o menos una velocidad de 10 centímetros por día. Y es fácil saber que para que vuelva a recuperar los 3 o 4 metros, que es lo que normalmente moja los alrededores del río, serán unos 30 o 40 días, por barato que salga”.

Los dos expertos coinciden en que por más que empiece a bajar agua el daño que se ocasionó en el ecosistema es “irreversible”, y que pasará mucho tiempo antes de que la comunidad vuelva a retomar sus labores de pesca artesanal.

Esta es la entrevista completa (en los primeros 15 minutos hablan de lo que se viene ahora para el río):