La revista no da una respuesta única a la pregunta, pero enumera las razones por las que genera, más que temor, pánico en todos los sectores, pero especialmente entre las clases medias y altas, y entre los empresarios y economistas.

He aquí esas razones:

  1. El manejo radical de la economía que puede seguir el camino de Venezuela.

“El mayor cuestionamiento al programa de Gustavo Petro se ha concentrado en su propuesta energética, en la que ha criticado duramente al sector de los hidricarburos”, dice Semana, para quien reemplazar los ingresos que genera este sector por “productos agrícolas, páneles solares o el ecoturismo son conceptos que enamoran incautos y aterran a los expertos”.

En términos prácticos, esto significaría renunciar a la plata del petróleo para financiar su política social.

  1. Su modelo político.

“Un Petro sin apoyo mayoritario en el Congreso… ¿cómo sacaría adelante las reformas que se necesitan en la política, la justicia, el régimen pensional y los impuestos?, pregunta Semana.

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La respuesta, más preocupante, es una asamblea constituyente, que él ha descrito como regional, y que la revista califica como un salto al vacío.

  1. La seguridad

“Petro no ha sido una figura que haya encarnado el principio de autoridad”, dice Semana, recordando sus malas relaciones con la policía cuando fue alcalde de Bogotá, y los desafíos que enfrenta el próximo gobierno, planteados por el narcotráfico, las bandas criminales, las disidencias de las Farc y la guerrilla del El.