La uniformada contó que el vehículo, una camioneta de platón, llegó a la guardia de la Escuela de Cadetes General Santander, situada en el sur de la capital, en donde intentó ingresar.

“Mientras que le hacían el registro, el perro detectó el explosivo. Y apenas se ve el tipo descubierto, arrancó con la camioneta”, comienza la estremecedora narración de la uniformada.

“Se la pasó [la camioneta] por encima al policía de la guardia, lo mató, lo dejó ahí y arrancó él”, agregó la policía.

Después, contó que los otros tres policías que estaban en la guardia “arrancaron detrás de él, y él se chocó contra el alojamiento. Ahí explotó la camioneta”.

El cierre del estremecedor relato, que también constituye el comienzo del dantesco hecho que sacude al país termina así: “Y, pues, obvio, los tres compañeros que iban detrás también fallecieron. Es horrible. Es horrible, pero…”.

Estas son las estremecedoras palabras de la policía: