La fotografía en cuestión, compartida por el usuario de Twitter @johnfcortes, fue tomada en la noche de este miércoles, al parecer, mientras se presentaban los disturbios en el centro de la capital por operativos al contrabando.

En esta se aprecia a dos jóvenes con las grandes maletas de la exitosa empresa de domicilios, junto a sus bicicletas, dentro de una estación en la troncal de la avenida Caracas y aparentemente esperando un bus articulado.

Lo que ha provocado la reacción de los usuarios en las redes y genera inquietud entre los capitalinos es ¿por qué razón los jóvenes ingresaron con sus vehículos al sistema sin que ningún funcionario de Transmilenio o Policía les prohibiera el ingreso?

Lo anterior porque las normas del sistema masivo de transporte público de Bogotá contempladas en el ‘Manual del usuario’ son claras y estipulan:

“Está prohibido subir con bicicletas a los buses troncales y zonales, salvo si la bicicleta es plegable. El personal del Sistema o la Policía pueden impedir su ingreso a los buses […] Solo las bicicletas plegables están permitidas en los buses”.

Esa norma implica que por comodidad de los demás pasajeros, los funcionarios o la autoridad encargada debían impedir el ingreso de los vehículos.

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También resulta curiosa la forma en la que entraron las bicicletas. Algunos ciudadanos se preguntas si los Rappitenderos pagaron el pasaje.

Otras personas especulan que los domiciliarios pudieron haber ingresado al sistema para mantenerse a salvo de los ataques contra el sistema y los ciudadanos por los disturbios.

Entre tanto, la funcionaria del Distrito, Yolima Pérez, comentó en la publicación y aseguró: “Vamos a hablar con la empresa e iniciaremos un proceso de multa”.

Esta es la polémica fotografía se difunde en Twitter:

Domiciliario en bicicleta.

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Cabe recordar que algunos de estos trabajadores se han destacado por ser imprudentes y por infringir las normas de tránsito. Muchos se pasan semáforos en rojo, invaden las cebras, no están pendientes de los cruces por estar mirando el celular o van en contravía, en medio del afán de cumplir con la empresa, según contó un Rappitendero en Caracol Radio.