Apenas llegó nos dijo: ‘Ahora sí llegó la legalidad’, como si anteriormente no actuáramos dentro de la ley”, relató uno de sus trabajadores al medio citado.

Las primeras quejas que se formalizaron se remitieron a finales de octubre al correo del sindicato del Ministerio del Interior. Una de las trabajadoras contó que, tras una discusión con Fager, él la trató de incompetente y le dijo que era una “persona no grata”.

“Ignoro si esta actitud está motivada en razón de mi género, de mi orientación sexual, de mi raza o de mi origen social, o depronto por el tema que tenía a cargo, pero le pido que respete los derechos de las demás personas que trabajan en la dirección, incluso de los que piensan diferente a usted”, expresó una contratista de la comunidad LGBT.

Tras varios días de investigación, se observó a varias trabajadoras salir llorando de la oficina del funcionario. Una de ellas expresó que el director de Derechos Humanos del Ministerio de Interior le impuso tareas no especificadas en su contrato, motivo por el cual tuvo que empezar a llegar a trabajar desde tempranas horas de la mañana.

La mayoría de quejas apuntan a que uno de los temas críticos es el trabajo por la población LGBT, pues se dice que Fager quiere detener la política pública de esa comunidad y frenar cualquier asunto relacionado con ella.

De hecho, ese grupo de trabajo se redujo de seis contratistas a dos. La Silla Vacía reveló que Fager fue fundador de la Mesa Nacional de Educación y Autonomía (MenaceA), que lideró el movimiento contra las cartillas de educación sexual de la exministra de Educación Gina Parody en 2016 por supuesta ideología de género.

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Fager y su esposa ayudaron a la diputada santandereana Ángela Hernández al llamado ‘Bus por la libertad’, para oponerse a la adopción de parejas del mismo sexo.

Cabe recordar que sus creencias lo motivaron a crear en 2014 el grupo Cristianos UR. “Es un espacio en el que esperamos mostrar a las personas, en un ambiente académico, que lo que creemos es razonable, y quitar prejuicios acerca del cristianismo”, dijo Fager en 2015 al portal Plaza Capital.

Aunque la libertad de culto es derecho en Colombia, algunos sectores temen que sus creencias se están reflejando en su gestión. Ante esta situación, se buscó a Fager por medio de su oficina de prensa, pero no hubo respuesta.