Bajo la lupa de la Fiscalía General de la Nación y la Policía continúa la investigación por la muerte de tres miembros de una misma familia en un hotel de la isla de San Andrés. De acuerdo con el reporte de las autoridades, la mañana del viernes 11 de julio fueron encontrados los cuerpos sin vida de una mujer, un hombre y un menor de edad dentro de una habitación del alojamiento conocido como Portobelo Convention.
El hallazgo fue realizado por allegados de las víctimas, quienes al no obtener respuesta, solicitaron ayuda al personal del establecimiento. Fue este último quien dio aviso inmediato a las unidades policiales. Las personas fallecidas fueron reconocidas como Tito Nelson Martínez Hernández, su compañera sentimental Viviana Andrea Canro Zuluaga y su hijo de cuatro años, Kevin Matías Martínez Canro. Las autoridades aún no descartan ninguna hipótesis, mientras que será Medicina Legal la entidad encargada de determinar con precisión las causas del deceso.
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Orlando Canro, padre de una de las víctimas de la familia habló con Noticias Caracol y reveló nuevos detalles del caso y las extrañas circunstancias que rodean el fallecimiento. El hombre precisó que se encontraba en el viaje en compañía de su esposa, su hija Vivian, su yerno y su nieto.




Conforme con su relato, habían llegado hace pocos días a la isla como parte de un “paseo” que su hija les había pagado “por el día del Padre y de la Madre”. “Hace un año y medio lo estaba pagando para darnos, por el día del Padre y la Madre, ese regalo. Ella nos comentaba que lo estaba pagando para que mi esposa y yo nos divirtiéramos con ellos en estos días. Entonces nos vinimos los cinco aquí a San Andrés”, puntualizó.
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Canro aún no puede borrar de su mente la escena que vivió la mañana del viernes cuando encontró sin vida a su hija dentro de la habitación del hotel en el que se hospedaban. “Yo presencié la escena de primeras”, contó al respecto.
Sobre las circunstancias del hecho, recordó que decidió devolver la mañana de ese 11 de julio un gesto amable que había tenido su hija el jueves anterior: Vivían les había llevado llevado dos tintos tras despertar y, con el propósito de regresar la atención al día siguiente, subió con tranquilidad, sin sospechar lo que le esperaba. Golpeó varias veces la puerta, llamó por teléfono y no obtuvo respuesta.
Canro narró a Noticias Caracol que, al no recibir respuesta a los insistentes llamados a la puerta ni por teléfono, sintió que algo no andaba bien. “Subí a la habitación donde estaba con mi esposa y le comenté, le dije: ‘Mamita, no me abrieron, ¿qué pasó?’”, recordó. Junto a su pareja, bajó de nuevo, insistió en tocar, timbrar, llamar, sin éxito alguno.
Desesperado, pidió ayuda en recepción. Al principio se negaron a entregarle las llaves de servicio, pero al ver su angustia, accedieron a enviar a una empleada del aseo para abrir la puerta. Fue él quien entró primero. En el piso, completamente desnuda, yacía su hija. “Corrí, le puse una cobijita y comencé a entrar en pánico porque mi esposa venía detrás mío”, contó. El miedo de que ella viera la escena lo paralizó. Cuando su esposa entró y vio el cuerpo de su hija, no tardó en mirar hacia la cama. Allí estaban el niño y su padre, acostados.
“Entró en pánico al ver a nuestra hija, y miró hacia la cama y estaba mi nietecito con el papá acostaditos”, relató. Aquel momento, para Canro, es imposible de comprender: “Para mí eso fue algo diferente a todo eso que están comentando”. Dice que la escena no parecía producto de un envenenamiento o una pelea, como algunos medios lo han sugerido. Él asegura que lo que observó fue más compatible con una intoxicación y la califica como una “extrañeza”. “Para mí fue como una intoxicación o algo en esa habitación, algún gas o algo… Lo único que puedo decir es que fue un asesinato con algún gas o alguna sustancia que había en esa habitación”, sentenció.
“Yo, que vi la presencia de mis familiares, los vi como totalmente dormidos”, aseguró. En medio de sus palabras asegura que dolor por la pérdida de su hija lo atraviesa por completo. “Para mí fue muy desastroso ver a mi hija de esa forma, y luego a ellos(…) Dios mío, me siento tan triste. Ella era lo más lindo, hermosa”, dijo.
Describe a su hija como una mujer amorosa, siempre pendiente de su familia. “Cualquier detalle, siempre estaba con sus detallitos, con sus paseos. Este fue el último paseo que creo que tendremos”, lamentó. Agregó que era estilista y tenía un salón de belleza que atendía junto con su hija mayor. Justamente, por atender el negocio, su nieta no viajó con ellos. “Hicimos el paseo nosotros solos”, dijo. El yerno, padre del niño, trabajaba como conductor de una buseta tipo Jairo Van con la que transportaba niños al colegio. “Ese era el trabajo de él”, recordó con pesar.
Qué salió en la autopsia de familia que murió en San Andrés
A la espera de respuestas, Orlando Canro ha tenido que ver de lejos cómo avanzan las pesquisas. Por lo pronto, indicó que, tras el hallazgo, las autoridades acordonaron la habitación e impidieron el ingreso de los familiares.
“Estaban los bomberos, estaba la Fiscalía haciendo la investigación. No me dejaron subir, no me dejaron entrar”, relató Canro. Aunque comprendía que los organismos hacían su labor, le dolió no poder recoger él mismo las pertenencias de sus seres queridos. Cuando finalmente bajaron, le entregaron los objetos personales de su hija, su yerno y su nieto. “Fue lo más extraño para mí”, dijo y resaltó que había manifestado a las autoridades su deseo de ver con sus propios ojos si todo estaba en orden, tal como en la mañana anterior.
En las más recientes novedades, señaló que el sábado por la mañana acudió a Medicina Legal. Allí le informaron que ya se había realizado la autopsia al menor, y que los resultados preliminares no mostraban anomalías. “No le encontraron nada extraño en el estómago, que estaba limpio, que tenía una espuma normal, y el hígado lo tenía limpio”, señaló. Para él, esto refuerza su hipótesis de una posible intoxicación ambiental.
Se le informó que en horas de la tarde se practicaron las necropsias al padre y la madre del niño. “Eso se demoraba entre seis u ocho horas por cada uno”, contó Canro. Se destacó que aún no hay un dictamen oficial, y hasta el momento, ningún representante de la Policía le ha dado un parte concreto de las hipótesis.
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Mientras las investigaciones avanzan, añadió que la prioridad del padre es poder llevarse a casa a su familia. “Yo no quiero irme sin ellos. Nosotros vinimos cinco, nos vamos cinco”, insistió. Según relató, el hotel se hizo responsable del plan de regreso a Bogotá y del traslado de los cuerpos.
Aun así, su angustia persiste. “La presión es tan grande que no quisiera estar más aquí en San Andrés, si no están en Bogotá”, concluyó, pidiendo que le entreguen pronto el dictamen completo de Medicina Legal.
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