Si bien la ciudad ocupó al comienzo de la pandemia en Colombia los lugares más bajos en la escala de contagios, el fin de semana pasado precipitó una de las decisiones más drásticas: la declaratoria de alerta naranja por ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI).
Hasta ese momento, según reportes oficiales, había 604 camas UCI, de las cuales 167 estaban ocupadas por pacientes con coronavirus y 101 con otro tipo de pacientes.
Por eso, Quintero declaró este lunes a Medellín en estado de cuidado total, una etapa con cierres y aperturas económicas durante días específicos. “Entramos en la etapa más peligrosa del virus y ya empezamos a ejecutar las estrategias planeadas cuando muchos creyeron que esto era una simple gripa”, dijo en la Clínica de la 80.
Pero este martes le hicieron la pregunta clave en Caracol Radio: “Siente uno que las cosas se están saliendo del control que tenían ustedes, del seguimiento que tenían ustedes”.
“Realmente, nosotros todavía tenemos unos números muy bajos en términos comparativos”, respondió Quintero en la emisora. “Un 10 % de casos de Bogotá, y ni que decir de Barranquilla. Cuando se mira por fallecidos por millón de habitantes, pues somos la capital con menos fallecidos por millón de habitantes”.
Insistió en que todas esas medidas han permitido ganar tiempo. “¿Y el tiempo para qué? Para tener camas de cuidados intensivos, para fabricar nuestros propios ventiladores, para hacer esas inversiones”.
“Si no hubiéramos estado convencidos de que íbamos a llegar a esta etapa, no habríamos hecho esas inversiones. Todo lo contrario. En la medida en que ganábamos tiempo, hacíamos las inversiones para prepararnos para este momento que, en efecto, ha llegado, que es el momento más duro, que va a ser doloroso”, agregó el mandatario.
Sin embargo, sostuvo que, en todo caso, la situación encuentra a Medellín con dos características: “una Medellín unida, donde todos estamos empujando para el mismo lado: la academia, los gremios, los ciudadanos; y, al mismo tiempo, un plan claro ejecutándose que nos da la garantía y la tranquilidad de que aquí no va a colapsar el sistema de salud”.
“Que aquí vamos a tener las condiciones necesarias para enfrentar esta etapa sin tener que cerrar del todo la economía”, añadió.
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