“Que me perdonen la repetición, pero no se me ocurrió nada mejor en ese momento”, dijo Mockus a periodistas al explicar su conducta:

“Lo que sí era clave era no dejar pasar. Es una costumbre que hay que cambiar, las costumbres se cambian a veces con intervenciones puntuales que tratan de ser pedagógicas”

Luego de dejar su trasero al aire por unos segundos, Mockus se subió los pantalones y regresó a su curul en medio de los comentarios de los parlamentarios, algunos de los cuales hicieron fotos del momento.

Angélica Lozano, también senadora de la Alianza Verde, relató a la revista Semana que Mockus había intentado pedir silencio a los presentes, sin éxito:

“Él se paraba, Antanas, con el dedo en la boca señalando y pidiendo silencio, con la mano en la oreja, como pidiendo que por favor escucharan. Y pues ya, al rato hizo otra expresión simbólica de pedir respeto, que por favor escucháramos a quien estaba hablando, que era lo que él buscaba”.

Las reacciones en el Congreso (y en las redes sociales) fueron encontradas.

Sobre la situación, el ministro de Interior, Guillermo Rivera, que estaba sentado en primera fila, dijo que “fue sorpresivo” y afirmó:

“No nos esperábamos eso, pero lo entendimos como un llamado de atención para que se permitiera que el presidente del Congreso diera su discurso porque nadie lo estaba escuchando”.

Añadió que en el momento en que Mockus se bajó los pantalones “había demasiado ruido y demasiada gente hablando”.

El artículo continúa abajo

La agencia EFE recuerda que no es la primera vez que Mockus realiza este tipo de actos ya que en octubre de 1993 mostró también el trasero a alumnos de la Universidad Nacional. En esa oportunidad Mockus dijo que lo hizo como una respuesta a una agresión.