El oficial habló en Noticias Caracol y contó que luego de la captura de Ómar Ambuila, que era el jefe de control de carga de la DIAN en Buenaventura, se descubrió una red dedicada al contrabando y cuyo capo ya fue identificado.

Incluso, el noticiero dice que este hombre tiene aproximados 45 años de edad, que era un “poderoso jefe de Ambuila” y que por ahora hay reserva sobre su identificación debido a que las autoridades iniciaron un proceso en su contra.

Pero esta ardua investigación desató una serie de ataques y amenazas en contra de los investigadores que le siguen la pista al capo, pues según el oficial quieren aparentemente desacreditar el trabajo de la Policía para así proteger al hombre.

“La labor frontal que viene realizando la Policía Fiscal, la Fiscalía y la DIAN nos ha generado unas campañas de desprestigio, amenazas y anónimos que quieren menoscabar y desprestigiar el trabajo que viene cumpliendo la Policía”, advirtió Buitrago en el noticiero.

Jenny Ambuila

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“Para las autoridades, este hombre es el zar del narcotráfico y del contrabando. Dicen que tiene poderosos tentáculos en altas esferas del país”, señala el informativo, y dice que de acuerdo con Buitrago la captura de Ambuila sacudió a esta red de contrabandistas.

“Esta es apenas la punta del iceberg de una investigación que tiene otras ramificaciones. Aquí hay un apoyo de las autoridades norteamericanas que nos ha permitido identificar los tentáculos de esta red criminal”, puntualizó el oficial.

Cabe recordar que Ambuila fue capturado el pasado viernes 29 de marzo junto con su esposa, su hija y otro funcionario de la DIAN. De acuerdo con la Fiscalía, Ambuila y sus presuntos socios recibieron altas sumas de dinero ya que “habrían permitido el ingreso sistemático de mercancía (ilegal) por el puerto”.

Familia Ambuila

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Por eso, el ente acusador les hizo un seguimiento a la esposa e hija del exfuncionario de la DIAN, y encontró que andaban en carros de lujo (Lamborghini y Porsche), viajaban por el mundo y compraban costosos elementos, cuando ninguna de ellas trabajaba y solo vivían al parecer de lo que ganaba su padre en la entidad: no más de 10 millones de pesos mensuales.