El pasado miércoles, esa cadena radial aseguró que Eisenhower Zapata, miembro de la Mesa Nacional de Víctimas, conocía a un testigo clave que le habló de una aparente operación ilegal conjunta entre algunos agentes de la Policía con una banda criminal.

Se trata de ‘La Cordillera’, hacia donde apuntaron las primeras hipótesis sobre los autores del asesinato de Lucas Villa, quien murió el 11 de mayo pasado luego de varios días hospitalizado por cuenta de los 8 impactos de bala que recibió en un atentado en el Viaducto de Pereira 6 días antes.

Zapata añadió en El Tiempo que “hay una camioneta involucrada de placas ZRK 453. La fuente nos dice que esa camioneta ha actuado en operaciones encubiertas de la Sijín y existe una persona que sabe todo lo que pasó y lo único que pide es asilo y garantías para contar la verdad”.

Ahora, desde la Dirección de Investigación Criminal e Interpol en voz del general Fernando Murillo, la Policía negó esa versión pues dijo que ese vehículo no tiene relación con la institución, indicó Caracol Radio.

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El denunciante añadió en el diario que todo apunta a que el paro nacional afectó los negocios ilegales de ese grupo y Lucas Villa se convirtió en el objetivo para frenar eso:

“Al principio la banda creyó que el paro no iba a afectar el negocio del microtráfico y quería entretener a la Policía para pasar la droga, pero después el paro terminó afectando y ahí es cuando perfilan a Lucas para dar un mensaje de miedo a los manifestantes y dispersarlos”.

Por su parte, el general Murillo dijo en la emisora que las fallas de iluminación y de las cámaras de seguridad serían responsabilidad de la alcaldía, pero que son detalles que hacen parte de la investigación.

Para el oficial, el caso sigue apuntando hacia ‘la Cordillera’ y aseguró que la Policía está colaborando con las indagaciones de la Fiscalía.

Entre tanto, el rotativo puntualizó que Zapata “será llamado por la Fiscalía para ampliar sus declaraciones” sobre el testigo que salpica a uniformados.