La investigación policial puso al descubierto, según Noticias Caracol, que las mujeres tenían como tarea transportar la droga escondida en sus motocicletas desde Caquetá hasta el centro del país, y distribuirla luego en varios sectores de Neiva (Huila) y Girardot (Cundinamarca).

No obstante, el agente que se infiltró en la red ubicó un dispositivo en una de las motos, y fue así como las autoridades hicieron seguimiento para establecer las rutas de abastecimiento y entrega de la droga.

Casi la mitad del cargamento se quedaba en Neiva, y según el noticiero allí se vendía la droga en dosis mínimas en barrios y zonas rurales de la capital.

La otra parte de la droga se trasladaba bajo la misma modalidad hacia Girardot, en donde la Policía detuvo una caravana de cinco moteras y encontró que la marihuana iba camuflada en los tanques de gasolina.

La Policía también se percató de que la banda utilizaba un carro para advertir a las mujeres en qué sitios de la ruta estaban ubicados los retenes.

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“Un vehículo que era el que iba de avanzada para identificar los puestos de control y que las motocicletas que traían los estupefacientes tuvieran la vía libre. Es un ejercicio que los delincuentes estaban haciendo al revés, generalmente quien lleva la información, quien está de avanzada, se moviliza en motocicletas y atrás iría un vehículo cargado”, explicó a ese medio el coronel Jorge Esguerra, comandante de la Policía del Tolima.

Las autoridades desplegaron un operativo en los tres departamentos y lograron capturar a 11 personas, entre ellas cinco mujeres señaladas de liderar la banda de traficantes.