En septiembre de 2016 se registró un choque entre dos aeronaves de instrucción en Flandes (Tolima). Las víctimas mortales viajaban en la aeronave HK2092 adscrita a la empresa Acael y fueron identificadas como Rafael Quinchía, instructor, y Nicolás Ruíz, aprendiz e hijo de un general, que en ese entonces integraba la cúpula de la Policía.

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En la otra avioneta, de matrícula HK-1328-G y adscrita a la empresa AeroAndes, iba la instructora Ana Milena Sepúlveda y su estudiante, quienes resultaron ilesos. 

Aunque hasta el momento se desconocían los detalles del siniestro, Noticias Caracol divulgó el peritazgo de este caso, por el que fue condenada la instructora Sepúlveda, quien hizo una maniobra irresponsable.

Condenan a piloto por accidente ocurrido en Tolima 

Resulta que las dos aeronaves hacían el vuelo en simultáneo, por lo que se les asignaron turnos para aterrizar. Primero lo debían hacer Quinchía y el joven Ruíz, luego lo efectuaban Sepúlveda y su alumno. 

Sin embargo, los peritos de la defensa lograron mostrar que la instructora cometió un grave error que produjo el choque entre las aeronaves y que una de ellas cayera al río Magdalena.

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Según detallaron, hizo “un recorte en el circuito diseñado sin cerciorarse la ubicación de la aeronave que los precedía”. Es decir, se le atravesó a la avioneta en la que se movilizaba el hijo del excomandante de la Policía de Bucaramanga y su instructor.

“La aeronave al mando de la capitana hoy acusada, Ana Milena Sepúlveda, fue la que llevó a cabo esa maniobra”, recalcó el fiscal Óscar Toro.

Los peritos concluyeron que la instructora no dijo la verdad en el reporte que dio desde el aire y que su negligencia consistió en que “no observó los principios básicos de la aviación”. Por tanto, el juez la condenó a 56 meses de prisión, lo que representó una decisión histórica contra un piloto por este tipo de accidentes.