Carreño dijo en Blu Radio que los niños que estaban en ese grupo ilegal, contra su voluntad, no tenían armas para el momento del bombardeo, en la noche del 29 de agosto pasado, porque estaba en una etapa de adoctrinamiento, pues los habían reclutado recientemente.

El representante del Ministerio Público en Puerto Rico, municipio aledaño a donde sucedió el bombardeo, también aseguró, en la entrevista, que la Fuerza Pública conocía de la presencia de menores en esa disidencia de las Farc porque él mismo hizo la denuncia. Por lo mismo, Carreño cree que el bombardeo a ese campamento fue una decisión apresurada que tenía como incentivo mandar un mensaje a los desertores de la paz, que horas antes anunciaron su rearme.

“Esta operación se da en un contexto político militar. 12 horas antes del bombardeo, alias ‘el Paisa’, ‘Jesús Santrich’ e ‘Iván Márquez’ le anunciaban al país que se apartaban del proceso de paz y volvían a la lucha armada. Como una respuesta del Estado, una respuesta acelerada, desacertada, ordena una operación militar en un campamento de las disidencias de las Farc donde el Gobierno sabía que había menores de edad que habían sido reclutados dos meses antes, niños que estaban allí en contra de su voluntad en calidad de secuestrados”, aseveró el personero.

El funcionario agregó en el medio que después del bombardeo supo que hubo menores abatidos en la operación porque los padres de tres niñas muertas, de 13, 16 y 17 años, se acercaron a la personería municipal para recibir orientación, y “expresar su temor”, por eso le pareció raro que el ministro de Defensa, Guillermo Botero, hablara de 14 bajas, sin mencionar, por los menos, las tres menores que fallecieron.

Debate en contra de Mindefensa

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En ese sentido, Carreño manifestó en la entrevista que el Estado colombiano les falló a estos menores en dos ocasiones. La primera, dijo él, cuando el Ministerio Público “alertó de la utilización y el reclutamiento forzado del que podía ser objeto estos niños en el municipio de Puerto Rico”, y la segunda “es cuando ese mismo Estado, que no hizo nada para prevenir el reclutamiento, ordena cegar sus vidas al decidir el bombardeo en ese campamento”.

Finalmente, el personero del municipio de Caquetá reprochó la actuación de las Fuerzas Militares porque para él, aseguró en la emisora, ese bombardeo “fue una verdadera masacre de niños”.

Este miércoles, después de que se conociera la denuncia del senador Roy Barreras, el ministro de Defensa, y el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, comparecieron en una rueda de prensa para dar más detalles del bombardeo.

En ambas intervenciones, que no admitieron preguntas de los periodistas, llama la atención que el foco de las explicaciones siga siendo alias ‘Gildardo Cucho’, presentado, a la luz del Derecho Internacional Humanitario (DIH), como un blanco lícito.

Al detenerse en los aspectos técnicos y conceptuales del DIH, Navarro justificó la acción militar contra el campamento del jefe disidente de las Farc, pero ni él ni el ministro Botero mencionaron si tenían conocimiento de la presencia de niños en el lugar ni las condiciones en las que estaban, lo que le daría validez o no al bombardeo.

Las declaraciones del personero de Puerto Rico arrojan un manto de duda sobre la decisión militar y las circunscriben, más bien, en un contexto político en el que el operativo tendría más el propósito de mostrar resultados que de conseguir una ventaja militar legitima.