Una de los enfrentamientos más recientes sucedió en el barrio La Paz, en el suroccidente de Barranquilla, informó Noticias Caracol, que divulgó un video de la trifulca, e indicó que cada hecho como este deja cuantiosos daños en viviendas y establecimientos comerciales, así como heridos e incluso muertos.

Según las autoridades, citadas por el noticiero, son 40 pandillas las que existen en esa ciudad conformadas por niños hasta de 10 años, que también se meten en la pelea una vez se haya largado el aguacero. Por otro lado, señalan que en Barranquilla hay 1500 menores en proceso de resocialización.

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Noticias Caracol dio a conocer el testimonio de César Carmona, un joven de 27 años que durante mucho tiempo conformó el grupo de los ‘tirapiedras’. Según Carmona, él tiraba piedra porque lo veía como un juego, a pesar de poner en riesgo su vida mientras lo “correteaban” con machete o con vidrios para chuzarlo.

El asunto es que las autoridades no han encontrado solución para estas batallas, que desde que empieza a tronar o a caer las primeras gotas se citan incluso hasta por Facebook.

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Un artículo de Vice en 2016 reveló testimonios que muestran que estas peleas empezaron como juegos de niños y adolescentes, pero que su recrudecimiento ahora no solo contiene piedras sino, cuchillos, armas cortopunzantes y hasta disparos con armas de fuego.

“Esto es entre pelados del mismo barrio, entre los combitos. Es más como una cosa de salir de los pelados queriendo mostrar cuál es el más bravito, el que más aguanta, el que más volea piedra”, dijo uno de los habitantes de estos barrios a Vice, negando en parte que se trata de luchas por el territorio o actividades exclusivas de pandillaje.

Ese mismo muchacho, citado por Vice, dice que “esa tradición ha ido cambiando”, debido a que “ya los peladitos no tienen respecto por la vida”.

Entre tanto, ante la impotencia de las autoridades para con estas batallas, las piedras seguirán volando hasta que termine el chapuzón.