El video que difundió el expresidente Álvaro Uribe, en el que varios policías hablan asustados, se conoce en el octavo día del paro nacional, varias de cuyas protestas han derivado en actos de vandalismo y ataques a la fuerza pública.

Solo este martes por la noche, en Bogotá, resultaron heridos 19 uniformados.  Varios de ellos casi son quemados por vándalos cuando estaban dentro de un CAI. En todo el país, los enfrentamientos entre fuerza pública y manifestantes se han acentuado en medio de un desorden público que estremece.

A la situación, Uribe le acaba de poner un ingrediente adicional: un grupo de policías al borde de la insubordinación, producto del miedo que manifiestan por tratar de controlar los desmanes, y sin sentir apoyo ni respaldo. En las últimas horas también publicó un trino en el que confunde la bandera del Cric con la del Eln, y tuvo que borrarlo.

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El video puede efectivamente cumplir el propósito que busca el expresidente, que lo difunde con el llamado “Apoyemos a nuestros policías que levanten el ánimo”. Pero también puede producir graves efectos negativos al mostrar a los uniformados desmoralizados, lo que envalentonaría a quienes los atacan.

Ocurrió en un municipio del Valle del Cauca (aún no es claro en cuál), en donde, al parecer, en el patio de formación de una estación de Policía, un capitán reúne y escucha lo que dicen sus subalternos del Esmad, relajados, agotados, cabizbajos, desanimados.

Al primero que se oye es a un uniformado que llora. Está en la parte de atrás del grupo, y apenas se entiende que dice que tiene deudas, una hija y que no se va a dejar morir de hambre. Los sollozos impiden que hable con claridad. “No nos deje matar, mi capitán”, es una de las cosas que dice con nitidez.

Después, pide la palabra otro policía, que habla con más energía y hasta en tono amenazante a su superior. “¿Qué tiene que pasar para que nos manden apoyo?”, es la primera pregunta que hace el uniformado.

“¿Nos rendimos?”, fue lo siguiente que preguntó el policía, retador, aunque después trató de suavizar: “Perdón que le diga. Déjeme hablar”.

“¿Nos metemos a la oficina, mi capitán?”, preguntó otro.

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“Déjeme hablar, mi capitán”, volvió a retomar la palabra el airado. “Tengo 19 años también y siento lo mismo que este pelao”, dijo, casi quebrándose, al referirse al que había hablado llorando.

Y estoy que me voy también. Estoy aquí parado. Ayer no pude salir de mi casa, porque me encerraron y me encendieron a bala. Me van mandar un informe [un formato de acusación interna], me importa un culo. Mi esposa me lloraba, me suplicaba ahoritica: ‘No vaya, me lo van a matar’. ¿Qué tenemos que hacer para que nos manden apoyo? ¿Nos arrodillamos? ¿Sacamos este video que acabo de grabar? Si esto tiene que salir a medios internacionales, lo sacamos”, advirtió el policía.

Después insistió: “¿O nos arrodillamos todos aquí, sacamos banderas blancas y nos rendimos? ¿Qué hacemos? ¡No tenemos seguridad! ¡¿A qué general se le ocurre que nos va a mandar a una guerra sin armamento?! ¡¿A quién se le ocurre eso?! ¡¿Sin seguridad?!”.

Otro, al final del video, se quejó de que no todos los oficiales los acompañan en los procedimientos, y solo destacó a un mayor cuyo apellido hace honor a su desempeño: Guerrero.

Este es el video difundido por Álvaro Uribe: