Y es que los artículos objetados por el presidente ya pasaron anteriormente por la Corte Constitucional, tal como lo resalta la representante del Partido Verde Juanita Goebertus.

Según ella, “el Congreso no tiene competencia para pronunciarse sobre objeciones que ya fueron resueltas por la Corte”, y adjunta las respuestas del alto tribunal a cada uno de los artículos.

“Por fortuna vivimos en un país en el que aún hay separación de poderes, así que no proceden”, añadió, restándole importancia a las expresiones de algunos políticos que se le oponen a Duque, quienes, como el senador Gustavo Bolívar, llegaron a hablar del “regreso de excombatientes al monte” e incluso del “primer paso hacia una dictadura”.

Aún así, las objeciones pasarán al Congreso, que deberá votar si aceptarlas o rechazarlas. En el primer caso, estas volverían a la Corte, que ya se tomó un año para estudiarlas, por lo que se espera que se mantenga firme en su sentencia aprobatoria, de acuerdo con Semana.

El artículo continúa abajo

Esto solo generaría demoras en la implementación definitiva de la justicia transicional, lo cual daría pie para que quienes se le oponen arrecien sus críticas, según ese medio.

Todo esto suponiendo que el Senado y la Cámara apoyen sus apreciaciones, algo que no estaría del todo claro por las dificultades que por veces tiene el mandatario para pasar sus iniciativas por allí.

Es por eso que la discusión se limitaría al lobby político con partidos que podrían serle afines, y que de no hacerlo terminarían dejando en evidencia la desventajosa realidad política del jefe de Estado frente al legislativo.