Yerson Yamid Sánchez Guzmán tiene 8 años, es el menor de cuatro hermanos y padece de parálisis cerebral, una enfermedad que afecta su capacidad para moverse, mantener el equilibrio y la postura. Vive con su familia en la vereda Mataredonda, en Susa (Cundinamarca), a 40 minutos del casco urbano, en límites con Carmen de Carupa, Cundinamarca.

A su corta edad ya ha tenido que librar varias batallas para salir adelante. Sin embargo, no lo hace solo, sus padres Ercy Jaheth y José Antonio, unos orgullosos campesinos, han sido su principal apoyo.

Como muchos otros casos en el país, los padres de Yerson han tenido que acudir a las vías legales para hacer cumplir sus derechos en salud: “Nuestro hijo nació prematuro, con 28 semanas, cuando lo normal son 40, y desde entonces hemos tenido que luchar por su bienestar”, cuenta Ercy.

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Tras muchos sacrificios, procesos y papeleos, a Yerson ya la han realizado dos cirugías de cadera, la primera con apenas tres años y medio de edad, intervenciones que le sirvieron para poder dar sus primeros pasos con la ayuda de un caminador.

Al cumplir los 7 años (el 10 de octubre de 2018) el médico le ordenó cambiar su caminador por una silla motorizada para que Yerson se pudiera movilizar de manera independiente y sin tanto esfuerzo. Desde entonces, sus padres empezaron otra lucha para que la EPS Convida se la autorizara.

“Yo pasé los papeles a la EPS para que nos entregaran la silla y nunca me daban una respuesta, nunca me decían nada”, comentó su mamá. Después de un tiempo, y tras varias evasivas de esta Entidad Prestadora de Salud, Ercy decide interponer una tutela con la ayuda de la Personería de Susa.

Pasaron los días, meses y los términos se vencían, al igual que la paciencia. Yerson, por su parte, continuaba atado a su caminador y sus padres ansiosos por una respuesta luego de una serie de tutelas e incumplimientos.

Para el mes de junio de 2020, el actual personero de Susa, Juan Manuel Garay, logró una mesa de trabajo con el gerente de Convida, Hernando Duran Castro, y los demás directivos de esta EPS. “El 23 de junio tuvimos una mesa de trabajo virtual con el gerente y directivos de Convida, expusimos todas las problemáticas que se presentan en nuestro municipio debido a la demora en entrega de medicamentos, desplazamientos innecesarios a Ubaté, procedimientos e incumplimientos de la EPS a la comunidad, además del caso de Yerson, y se comprometieron con nosotros en atender estos justos reclamos y tener un canal directo sin necesidad de acudir a la tutela”, explica Garay.

El encuentro dio sus frutos y a Yerson lo llamaron para darle su cita en la Clínica Roosevelt en Bogotá, en donde le tomaron las medidas y las demás especificaciones para su nueva silla motorizada.

Finalmente, y luego de una larga espera, el pasado lunes 7 de septiembre, Yerson recibió su silla nueva, importada desde Italia y entregada en la Centro Integral de Rehabilitación de Bogotá, “Tu Salud EPS”.

Con la compañía de su mamá, el Personero de Susa, Juan Manuel Garay, y el concejal César Castellanos, quien prestó su camioneta para ir a recogerla, el pequeño por fin se pudo sentar en una silla hecha a su medida. “Este resultado se da tras el esfuerzo de todos”, expresa Garay.

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“Estamos muy felices, porque yo hice hasta lo imposible y no pude y, gracias al personero y al concejal Castellanos que nos acompañó, hoy es ya una realidad”, comenta Ercy.

Sobre la nueva silla, los profesionales del Centro de Rehabilitación indicaron que está hecha para facilitarle la vida a Yerson. “Se puede usar dentro de casa, pero lo bueno es que esta hecha para todoterreno, con bases en aluminio, tiene luces para poder andar de noche, con direccionales, puede organizar las cargas y cambiar de posición”.

Y agregan: “el propósito de este tipo de dispositivo, que tiene manejo a través de motor, es que le entrega un nivel de independencia demasiado alta para, por ejemplo, desplazarse algún lugar”.

Ya han pasado más de diez días desde que Yerson recibió la silla y al preguntarle a su mamá sobre cómo les ha funcionado en casa, la respuesta es satisfactoria. “Gracias a Dios nos ha facilitado todo. Donde yo vivo hay un sitio plano y amplio y él ya sale y pasea por los alrededores, cuando antes no podía hacerlo porque tenía que hacer mucho esfuerzo y contar con nuestra ayuda. Ahora es más independiente y lo vemos más feliz y eso nos alegra mucho”, manifiesta

Aunque este triunfo les alivió en algo sus días, la lucha por el bienestar de su hijo no termina para estos padres. Ahora les hace falta una toxina botulínica, unas ampolletas que se le debe inyectar a Yerson, en el marco de un tratamiento que debe durar seis meses. “Son 14 inyecciones al mes, esto para empezar el relajamiento del costado izquierdo del niño, para que tenga movimiento y estabilidad de su cuerpo y se empiece a enderezar ese costado”, explicó Ercy.

Como en el caso de la silla, este tratamiento ya está aprobado por el médico y, a hoy, siguen a la espera de que la EPS Convida autorice su entrega.

Jorge Suárez Celis