Gustavo Sesquilé contó a Noticias Caracol que fue multado con los tres fotocomparendos por exceder los límites de velocidad, mientras manejaba por la vía que conduce a Barranquilla. El hombre asegura que los dispositivos electrónicos estaban ubicados muy seguidos:

En el kilómetro 14, la sanción entra con 40 (k/h); en el kilómetro 18, ya la sanción es de 60 (k/h), y en el kilómetro 24 otra vez aparece con 40 (k/h). Cómo hace uno para bajar una velocidad en estas carreteras y en tan poca distancia”.

Frente a esta denuncia expuesta por el noticiero, los conductores mostraron su descontento y confirmaron que las cámaras están ubicadas a pocas distancias y la señalización aparece cuando ya no se puede reducir la velocidad.

“Ponen las cámaras muy seguidas y eso se convirtió en un negoció”, explicó un conductor al informativo.

Otro ciudadano afirmó que “en una carretera de vía rápida y conducir a 40 o 30 es complicado, menos de noche porque lo atracan a uno”.

Sandra Tapias, gerente del sistema integrado de información sobre multas y sanciones por infracciones de tránsito (Simit), explico que los comparendos electrónicos pueden convertirse en un tema de corrupción:

El tema de las fotodetenciones es un tema que le abre la puerta a la corrupción porque si vas en un tramo que te permite ir a 50 kilómetros, pero resulta que te dicen que vas a 30 y te mutan, esos se debe analizar. Se debe tener unos estándares para que el operador no abuse de eso y no se convierta en un tema corrupción”.

De acuerdo con cifras oficiales conocidas por el medio, durante el 2016 se recaudaron más de 576 mil millones de pesos en fotocomparendos. De ese dinero recolectado, el 10 % debe ser entregado al Gobierno Nacional, el restante (90 %) es para los municipios que definen cuánto le pagarán al operador encargado, según indica la ley.

Bogotá, Medellín y Cali son las ciudades donde más se impone estas sanciones.

Los ciudadanos se ven vulnerados con esta medida aseguró al noticiero, el experto en movilidad, Fernando Rojas:

El problema en Bogotá y en Colombia es que las fotomultas han terminado siendo un negocio en el que la gente siente que la atropellan porque no es claro cómo se toman ni dónde se toman”.

Por ahora, en el Congreso de la República se tramita un proyecto de ley que permitiría eliminar las sanciones con dispositivos electrónicos.