Aunque las movilizaciones fueron mayoritariamente pacíficas, la marcha de las mujeres en Medellín con motivo del día internacional de sus derechos se vio empañada por los desmanes en la Plaza de Botero, en el centro de la ciudad. 

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La marcha salió desde la estación Estadio del Metro de Medellín y finalizó en la Comuna 10 Candelaria, específicamente en la plaza donde están las esculturas del maestro Fernando Botero, que día a día atraen a miles de turistas que llegan para conocer a las ‘gordas’ más queridas de la ciudad. 

Al final de la marcha, un grupo de mujeres tumbó las vallas que instaló hace un mes la Alcaldía y vandalizó las esculturas. También hubo daños en las fachadas del Palacio Nacional de la Cultura Rafael Uribe y en el Museo de Antioquia. 

En varias declaraciones entregadas a los medios de comunicación, el alcalde Daniel Quintero aseguró que las manifestantes que se separaron de la marcha y ocasionaron los destrozos “defendían a las prostitutas afectadas por el cierre de la Plaza de Botero”.

Esas declaraciones levantaron ampolla en la ciudad que está dividida por la estrategia de cerramientos con vallas en lugares insignias como dicha plaza en el centro de Medellín y, a partir del 30 de marzo, en el Parque Lleras, en El Poblado.

 

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