“La mujer dio a luz en el baño de su vivienda, envolvió al bebé en una toalla y en bolsas plásticas y lo dejó en un balde lleno de ropa”.

Eso indica la investigación de la Fiscalía sobre los hechos ocurridos el 29 de marzo del 2017, por los que la joven fue imputada por el delito homicidio agravado y, en las últimas horas, traslada al centro penitenciario de Picaleña, ubicado en la capital tolimense.

Durante la audiencia, el ente acusador narró que para esa fecha, Rodríguez Mendoza —madre de otros dos menores— ingresó al baño y tardó una hora. “Antes de salir le pidió jabón a la hija menor para lavar”, de acuerdo con el periódico El Nuevo Día.

Cuando una familiar le preguntó a la mujer si le ocurría algo, “ella dijo que tenía cólicos”, cita el diario tolimense.

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Después, para evitar ser descubierta, Rodríguez Mendoza les contó a sus parientes que su hijo había nacido muerto.

Pero al día siguiente, una de las personas que vivía con la mujer “encontró debajo del lavadero un balde con ropa, pero en el fondo del recipiente halló un feto de 7 a 8 meses de gestación”, agregó el medio local.

Como la principal sospechosa era Rodríguez Mendoza, fue denunciada ante las autoridades. Inicialmente los investigadores asumieron el caso como un aparente aborto.

Sin embargo, la necropsia practicada al bebé fue contundente para investigar y judicializar a esta mujer.

El examen dictaminó que la muerte del niño “se ocasionó minutos después del parto”, cuando nació vivo, y fue “asfixiado mecánicamente”, según conoció la Fiscalía.

Ocho días antes de los hechos, la mujer se fue de su natal Fusagasugá (Cundinamarca), con sus dos hijos, y se radicó en la capital musical para evitar que sus abuelos se enteraran de su tercer embarazo, concluyó el periódico.

La acusada, durante la cita judicial, no aceptó los cargos imputados.