Un milagro de vida quedó registrado el pasado martes 28 de marzo en la Clínica El Rosario de Medellín, luego de que una madre que fue diagnosticada con muerte cerebral diera a luz a su pequeño hijo.

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Todo comenzó en septiembre de 2022 cuando Yirley Viviana Arbeláez García presentó un fuerte dolor de cabeza. En un primer momento fue llevada a un centro asistencial de Rionegro, donde le recomendaron visitar una clínica mental en La Ceja, lo cual tomó por sorpresa a la familia de la mujer.

“Quedamos consternados porque ella no tenía problemas mentales ni nada, así que la llevamos al Hospital San Vicente Fundación en Rionegro, donde le hicieron una tomografía, vieron que tenía un tumor y a los tres días dijeron que la iban a operar”, relató Juan José, hermano de Yirley Viviana.

La cirugía, en un principio, fue exitosa, la mujer respondió muy bien y una semana después fue dada de alta. Sin embargo, había que esperar a que su cerebro se desinflamara para empezar con las quimioterapias. Mientras eso sucedía, su papá la llevó donde una nutrióloga para sobrellevar el cáncer.

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Hasta ese momento, nadie sabía de su embarazo, y fue justamente la nutrióloga quien le realizó una prueba, la cual salió positiva. En su vientre, Yirley Viviana tenía un bebé de dos meses, lo cual llamó la atención de profesionales de la salud y su familia en general, ya que fue considerado un milagro que el bebé soportara una resonancia y estar en UCI durante varios días.

“Ella como mamá estaba muy feliz, más allá de que los doctores le dijeron que lo mejor era suspender el embarazo, se sanara y en un futuro pudiera tener un hijo. Pero ella es muy católica y eso era como un aborto, así que decidió seguir adelante con el bebé y nosotros como familia la apoyamos, así que firmó unos papeles renunciando al tratamiento y nosotros la cuidamos mucho, con la alimentación y con todo. Empezó los controles y el bebé estaba muy bien”, agregó Juan José.

En enero, luego de una resonancia, los doctores informaron que el tumor había vuelto a crecer, así que la meta era llegar a la semana 30 para que el bebé pudiera nacer y Yirley Viviana comenzara de nuevo el tratamiento.

“Antes de la semana 26 le hicieron un exámen que se llama Glucometría y ahí se agudizó todo. Fue trasladada a la Clínica El Rosario, donde tenía los signos vitales regulares, pero en medio de todo teníamos mucha fe para que el cáncer pudiera ser tratado. Al otro día, debido a la hinchazón del tumor, ella entró en colapso y la tuvieron que entubar. Durante el proceso de entubación, tuvo pequeños percances de salud, pero los doctores intentaron de que ella siempre estuviera estable. Infortunadamente, luego le diagnosticaron muerte cerebral y nunca respondió. A veces se hinchaba, tuvo neumonía, y los doctores trataron también de mantener bien al bebé”, agregó el hermano de la mujer.

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Luego de esta situación, los médicos se reunieron y en un comité le informaron a la familia de la joven de Rionegro que la oxigenación comenzó a bajar y era necesario inducir el parto.

Fue así como el pasado martes, Ángel nació, su mamá Yirley Viviana fue desconectada y a la media hora falleció, en lo que fue una clara muestra de amor maternal, un intercambio de vida.