Llegó al aeropuerto de Catam, en donde era esperado por el entonces presidente Juan Manuel Santos y varios representantes de la Iglesia Católica.
Con una agenda agotadora, el papa recorrió 4 ciudades de Colombia (Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena).
Exaltando un mensaje de esperanza, gratitud y de paz, Francisco visitó algunos de los lugares más necesitados de Cartagena. En Bogotá, les dio un mensaje de reconciliación y de positivismo a los más jóvenes; y en Villavicencio y Medellín bendijo a las víctimas y les dio palabras de esperanza a quienes han padecido el conflicto armado en diversas zonas.
Entre los logros que dejó la visita del líder de iglesia Católica se destaca la reducción en un 60 % de los homicidios en Colombia y el fortalecimiento de la economía por los miles de visitantes que llegaron al país para recibir su bendición.
El siguiente es un listado que seleccionó Pulzo con los momentos de la visita del papa Francisco y que tuvieron más impacto entre nuestros usuarios:
En la comitiva que recibió al papa se encontraban indígenas, líderes de la iglesia Católica y funcionarios del Gobierno. Una de las personas que estaba ahí presente llevaba el sombrero vueltiao e insistió hasta lograr que el papa se lo pusiera.
La reacción del sumo pontífice fue de alegría y complacencia por la muestra de cariño de los llaneros a su llegada.
Después de terminar el protocolo de saludos a las personas que lo esperaban en la base aérea de Catam en Bogotá, Francisco se ‘montó’ en el papamóvil con una gran sonrisa, extendió su brazo y con la mano empuñada levantó el dedo pulgar para saludar a los colombianos.
Una pequeña de 7 años llamó tanto la atención del santo padre, que él le obsequió un rosario blanco.
Todo ocurrió cuando el papa recorría el sector de Catama. El padre de la niña la cargaba en sus brazos y el sumo pontífice les pidió a sus hombres que detuvieran el papamóvil para bendecir a la niña.
Visiblemente emocionado, Francisco pidió que leyeran de nuevo una frase con la que él se sintió identificado.
La dedicatoria al papa Francisco estuvo a cargo de un grupo de jóvenes en condición de discapacidad, de la Corporación transiciones crecer, y fue un mensaje para clamar por el mundo que sueñan y anhelan sea una realidad.
El vehículo que lo llevó hasta la Casa de Nariño para el encuentro protocolario con el entonces presidente Juan Manuel Santos era un Chevrolet Sonic Hatchback negro en el que sobresalía por el contraste de colores la placa.
La matrícula blanca de este auto, del segmento pequeño con un motor 1.6 litros y 115 caballos de fuerza, llevaba las letras rojas S (por Status), C (por Civitatis), V (por Vaticanae) y el número 1.
Luego de un día agitado, en el que se reunió en la Casa de Nariño con Santos y la entonces primera dama María Clemencia Rodríguez, y en la Plaza de Bolívar tuvo un encuentro y mensajes a los jóvenes de Colombia, el sumo pontífice almorzó y descansó por unos minutos en la Nunciatura Apostólica.
Aquí las mejores imágenes de la eucaristía.
El sumo pontífice se refirió a una imagen que, según él, es la esperanza más grande que tiene el país.
En la rueda de prensa que concedió a periodistas de diferentes países durante el vuelo de regreso a Roma, el papa Francisco agradeció la hospitalidad de los colombianos. Sin embargo, para él hubo un hecho que lo marcó de una manera más profunda.
“Lo que más me ha llegado de los colombianos en las cuatro ciudades ha sido la gente en las calles, saludándome. Lo que más me ha llegado es que el papá, la mamá, alzaban a sus niños para hacérselo ver al papa para que el papa lo bendijera. Como diciendo: este es mi tesoro, esta es mi esperanza. Este es mi futuro. Yo te creo. Esto me ha llegado. La ternura, los ojos de esos padres, de esas madres. Precioso, precioso. Esto es un símbolo. Símbolo de esperanza, de futuro. Un pueblo que es capaz de hacer hijos y después los muestra, los hace ver así, como diciendo: este es mi tesoro, es un pueblo que tiene esperanza y tiene futuro. Muchas gracias”, dijo Francisco a los periodistas.
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