Esos adultos, que en algunas ocasiones ni siquiera son padres de los niños, buscan conmover a transeúntes y conductores, y provocar lástima a costa de los pequeños. En diciembre de este año, a raíz de la crisis en Venezuela, varios ciudadanos de este país se sumaron a esa práctica de usar a los menores como carnada para obtener dinero, comida y regalos.

Esta situación la evidenció Noticias Caracol en un recorrido que hizo desde el municipio de Soacha hasta el norte de Bogotá: en las calles abundan personas de escasos recursos pidiendo ayudas y vendiendo diferentes artículos junto a niños que, de hecho, a veces no superan los 2 años de edad.

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Ante las cámaras del noticiero, varios de ellos reconocieron que poner a los menores con alcancías y dulces para vender les trae más ganancias que cuando salen sin ellos.

“Solos no nos dan porque cuando uno va a pedirles a los carros, piensan que uno los va a robar, muchos le salen con patadas a uno“, confesó un padre venezolano, y luego continuó:

“En cambio, con los niños uno les pide y ellos le colaboran a uno”.

Otro ciudadano venezolano aseguró al informativo que cuando los transeúntes lo ven con sus hijos, ellos les dan plata, “bolsas de comida, ropa para los niños” y “muchas cosas” más.

En Barranquilla, el medio captó una escena donde una mujer les daba indicaciones a unos niños y, al terminar, ellos se dirigían a los vehículos para vender dulces y pedir limosna. Mientras los menores mendigaban por la mujer, ella se peinaba a un lado de una calle.

Cabe resaltar que además de explotar económicamente a estos menores, la mujer puso en peligro sus vidas, pues ellos caminaban por las vías entre los vehículos.

De acuerdo con Noticias Caracol, las autoridades están realizando operativos para controlar esta problemática.