Una compleja situación plagada de violencia está padeciendo los jóvenes de un barrio ubicado en el oriente de Santiago de Cali en la que sus vidas corren peligro.

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En el barrio Marroquín III, ubicado en la comuna 14 al oriente de Cali, un menor de 16 años de edad recibió de mano de desconocidos varios impactos con arma de fuego.

Tras ser trasladado al hospital Carlos Holmes Trujillo, debido a la gravedad de las heridas, falleció en este lugar.

El joven, presuntamente, sufrió este atentado luego de cruzar una frontera invisible; división hecha por las bandas criminales para controlar territorios bajo intimidación.

Este nuevo suceso violento tiene muy inquietas a las autoridades, al convertirse en reiterativo, en relación con la adolescente que fue asesinada cuando salía de su colegio.

“Al parecer, este homicidio está relacionado con un caso de fronteras invisibles entre dos grupos delincuenciales. La idea es que con unidades de inteligencia y policía judicial hagamos presencia en los puntos donde hay confrontaciones por el control territorial y la venta de estupefacientes”, sostuvo el coronel William Quintero Salazar, subcomandante de la Policía Metropolitana de Cali.

Este crimen estaría relacionado con las disputas que pandillas vienen librando en ese sector de la ciudad, según la investigación de la Policía, quienes, anunciaron medidas para intentar encarar esta problemática de seguridad.

Otras consecuencias de las ‘fronteras invisibles’

1. Estudiantes de la Institución Etnoeducativa Monseñor Ramón Arcila abandonaron sus jornadas escolares debido a las amenazas que están sufriendo por parte de pandillas. Algunos han optado, incluso, por retirarse del colegio.

2. Aproximadamente 15 estudiantes no han regresado a clases y otros 9 tomaron la decisión de hacer definitivo su retiro.

“Esta problemática de violencia afecta directamente a nuestros estudiantes y sus familias, lo que ha llevado a la institución a estar en máxima alerta”, advierte la institución en una carta enviada a la Secretaría de Educación de Cali, en la que solicita tomar medidas que permitan a los estudiantes regresar a sus clases.

“Documentar la situación de amenaza en la institución se dificulta debido a que los acudientes solo manifiestan la situación de manera verbal y se niegan a radicar documento escrito sobre los hechos o radicar denuncias ante las autoridades competentes”, complementó.

En este comunicado, la Institución Educativa afectada solicita a las autoridades tomar medidas que permitan a los estudiantes regresar a sus clases.

Las amenazas, según el centro educativo, provienen de una oleada de violencia desatada por enfrentamientos de pandillas, mayormente, por las denominadas fronteras invisibles.

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Pedidos de la Institución ante esta coyuntura:

1. Presencia del cuadrante de la Policía en los horarios de ingreso y salida.

2. Concertar estrategias para evitar el porte de armas y sustancias estupefacientes dentro del colegio.

3. Adelantar mesas de diálogo con quienes están emitiendo las amenazas contra los estudiantes, para que se generen unos pactos de paz o se excluya a los alumnos de los conflictos entre pandillas.

4. Implementar programas deportivos y culturales para que los jóvenes ocupen sus tiempos libres.

5. Una reunión en la que se hagan presentes representantes de las secretarías de Seguridad y Justicia, y Educación, la Personería y la Policía Metropolitana.