Por: Q'HUBO MEDELLÍN

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Este artículo fue curado por pulzo   Sep 5, 2025 - 2:30 pm
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El asesinato de Yohn Esteban Gómez Morales, ocurrido el 3 de septiembre de 2025 en la comuna 13 San Javier de Medellín, ha causado conmoción y es reflejo de los retos persistentes de seguridad que enfrenta la ciudad. Según Q’HUBO, la víctima, quien trabajaba para una empresa de aseo y residía en el barrio Las Independencias hacía aproximadamente un año, fue atacada por dos sujetos que ingresaron a su domicilio y le dispararon a plena luz del día. La Policía informó que los agresores huyeron tras cometer el crimen, el cual se suma a la alarmante cifra de 15 homicidios registrados este año en la comuna 13 y a las 234 muertes violentas contabilizadas en Medellín en 2025, de acuerdo con el Sistema de Información para la Seguridad de Medellín (SISC).

Este caso se inscribe en un contexto más amplio de violencia estructural en sectores populares de Medellín. Pese a los notables avances en seguridad desde la década de los 90, los niveles de homicidios continúan siendo elevados en territorios como San Javier. El Observatorio de Seguridad de la Alcaldía de Medellín indica que la reducción global en la tasa de homicidios no se refleja de la misma manera en todas las comunas, debido a la persistencia de disputas entre organizaciones criminales y actividades de microtráfico. Análisis de la Fundación Ideas para la Paz destacan que la recomposición territorial de los grupos armados ilegales contribuye a mantener altos los índices de violencia focalizada.

En relación con la víctima, la Policía Judicial señaló que Gómez Morales tenía antecedentes judiciales por violencia sexual contra una menor, información extraída durante las primeras fases de investigación. Aunque este dato no debe ser entendido como justificación de la violencia sufrida, sí incorpora una dimensión adicional de complejidad sobre las condiciones de vulnerabilidad e interacción entre la justicia y la seguridad en los barrios más afectados. La Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) recalca la obligación de los periodistas de manejar estos datos con rigor y ética, recurriendo a fuentes oficiales y evitando especulaciones o enfoques sensacionalistas.

Desde la óptica del periodismo de investigación, el seguimiento de estos crímenes exige contrastar información oficial con testimonios comunitarios y la revisión de informes académicos y de organismos defensores de derechos humanos. Latam Journalism Review ha subrayado la utilidad de herramientas tecnológicas y bases de datos abiertas para el análisis de patrones delictivos y la detección de dinámicas criminales. Complementar estos recursos con la perspectiva social y política resulta esencial para dimensionar el impacto que tienen estos asesinatos en la vida cotidiana y en los esfuerzos de reparación social de zonas como San Javier.

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Los efectos sociales del asesinato de Gómez Morales trascienden la cifra concreta de un homicidio, pues ponen de manifiesto las múltiples capas de conflicto y vulnerabilidad presentes en los barrios de Medellín. Según fuentes como la Fundación Ideas para la Paz y autoridades locales, la verdadera solución requiere la integración de estrategias de fortalecimiento institucional, desarrollo social y participación de la comunidad. Aunque Medellín ha avanzado en reducir la violencia a nivel general, los desafíos permanecen, especialmente en las comunas periféricas, donde hechos como el ocurrido siguen evidenciando la urgencia de políticas públicas amplias y sostenidas en el tiempo.

¿Por qué persisten los altos niveles de violencia en algunas comunas de Medellín pese a la reducción global de homicidios? En Medellín, muchas comunas presentan una disminución de homicidios a nivel general, pero sectores como San Javier aún sufren altos índices de violencia. Según el Observatorio de Seguridad de la Alcaldía y la Fundación Ideas para la Paz, esto se debe a la recomposición de estructuras criminales, la disputa por el control territorial y las actividades ilegales como el microtráfico. Estos factores hacen que la reducción de la violencia no sea homogénea en toda la ciudad, manteniendo a ciertas zonas en situaciones de vulnerabilidad y conflicto persistente.

Esta realidad evidencia que, aunque las estrategias de seguridad han surtido efecto en el conjunto de la ciudad, en comunas específicas es necesario implementar acciones integrales y de largo plazo. La articulación entre instituciones del Estado, el desarrollo social y la participación ciudadana se vuelve clave para abordar las causas profundas de la violencia y proteger a las poblaciones afectadas en barrios como San Javier.

¿Cómo influye la cobertura periodística en la percepción de la violencia urbana? La manera en que los medios informan sobre crímenes y violencia urbana tiene un fuerte impacto en la opinión pública y en la comprensión de los problemas de seguridad ciudadana. De acuerdo con principios éticos difundidos por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, el manejo riguroso y equilibrado de la información, a partir de fuentes oficiales y comunitarias, ayuda a contener el sensacionalismo y a contextualizar la violencia sin criminalizar a sectores enteros de la población.

Una cobertura responsable contribuye a que la sociedad y las autoridades comprendan mejor las dinámicas locales, identifiquen los desafíos estructurales y promuevan soluciones más informadas y efectivas. Además, permite dar voz a víctimas y comunidades, visibilizar sus demandas y avanzar hacia estrategias de prevención y reparación social frente a la problemática de la violencia urbana.


* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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