Por: El Colombiano

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Este artículo fue curado por Marizol Gómez   Feb 21, 2024 - 5:38 pm
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En la seguidilla de noticias en el último año de extranjeros atracados o encontrados sin vida en hoteles y apartamentos la pregunta constante es cuántas capturas o condenas ha habido en Medellín de responsables de estos delitos.

Desde 2023 se han registrado más de 30 capturas y al menos ocho condenas de integrantes de redes detrás de los hurtos a los turistas. Justo la semana pasada se conoció la captura de tres personas que presuntamente se dedicaban a atracar turistas en Medellín. Especialmente a miembros de la comunidad LGBTIQ+.

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De acuerdo con las autoridades, sobre estas tres personas había al menos 10 denuncias de casos donde contactaban a las víctimas por redes sociales como Facebook e Instagram o aplicaciones de citas como Tinder o Grindrl, las recogían en un taxi o en un carro de alguna aplicación, les daban alguna bebida con algún sedante y luego les robaban sus pertenencias, les abrían las aplicaciones de los bancos en el celular y les sacaban la plata y hasta se iban con ellos a comprar cosas por toda la ciudad.

Esta banda, que fue desarticulada después de 10 meses de investigación, operaba principalmente en El Poblado y en el Parque Lleras.

Los hombres fueron judicializados por los delitos de concierto para delinquir, hurto calificado y hurto informático. Según las autoridades estos no son casos de delitos comunes sino que sus responsables son delincuentes organizados que perfilan y seleccionan con cuidado a cada una de sus víctimas.

La Policía llevaba 10 meses siguiéndoles el rastro y en ese tiempo se calcula que cometieron hurtos por más de $80 millones. De las 10 víctimas, nueve eran colombianas y una era española.

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Y es que las redes sociales y las aplicaciones de citas se han convertido en el anzuelo predilecto de muchas de estas organizaciones para capturar a sus víctimas. No en vano a comienzos de este año la embajada de Estados Unidos en Colombia alertó a sus ciudadanos de no concretar citas con personas desconocidas por medio de aplicaciones como Tinder, Bumble o Grindr.

Esto después de que ocho ciudadanos norteamericanos fallecieran en Medellín entre noviembre y diciembre. Entre esas muertes está la de Jeffrey Hewwet Hutson, que fue encontrado sin vida y con una veintena de heridas de arma blanca en un hotel de El Poblado.

La presunta responsable es una joven de 18 años llamada Luisa Fernanda Lopera, pues fue la última persona que entró con Hutson a la habitación y salió sin él. Lopera fue capturada por las autoridades casi un mes después y espera su juicio en una cárcel.

Y aunque la Policía, la Fiscalía y la Alcaldía celebran operativos como el de esta semana donde se desmantela alguna banda, los antecedentes dan cuenta de que las pequeñas organizaciones delincuenciales dedicadas a sacar su tajada de la lucrativa industria del turismo son muchas y se reproducen con frecuencia.

Por ejemplo, en julio del año pasado la Fiscalía logró condenas de entre 9 y 10 años de cárcel para una banda de mujeres trans que se dedicaba a robarles las pertenencias a los turistas en El Poblado mientras les ofrecían servicios sexuales. Las mujeres aceptaron los cargos de uso de menores para la comisión de delitos, concierto para delinquir y hurto calificado y agravado.

También el año pasado, las autoridades pusieron contra las rejas a dos mujeres que también contactaban y citaban a sus víctimas por redes sociales, después les daban alguna sustancia que les hacía perder parcial o totalmente la consciencia y les robaban.

Las mujeres no solo buscaban víctimas adineradas sino que hicieran negocios con criptomonedas, de manera que, una vez drogados, pudieran entrar a sus billeteras digitales y sacarles todo el dinero. Uno de los golpes más duros de las autoridades ocurrió en los últimos días de septiembre pasado cuando capturaron todos los 14 miembros de una banda dedicada a secuestrar y robar turistas extranjeros en Medellín. Cuatro de los integrantes eran menores de edad.

A esa banda inclusive se le atribuye el asesinato de un ciudadano de origen sueco que apareció sin vida en el cerro de las Tres Cruces. La dinámica era la misma: citar extranjeros por redes sociales, subirlos a un carro de transporte público o privado que también es cómplice, darles algún sedante y luego robarlos. En el operativo, las autoridades incautaron carros, motos, computadores, celulares, joyas, plata y hasta un datáfono.

Durante el 2023, las autoridades dieron noticia de al menos cinco casos en los que se anunciaba el desmantelamiento de organizaciones dedicadas a atracar turistas, sin embargo, solo en el caso de las mujeres trans hubo condenas.

A pesar de los operativos los delitos se siguen multiplicando y dan cuenta de que la solución está mucho más al fondo y requiere soluciones más complejas e ingeniosas, pues mientras la ciudad siga recibiendo miles de turistas que buscan la explotación de mujeres, niñas niños y adolescentes, es poco probable que las dinámicas que ponen en riesgo, tanto a los turistas, como a las mujeres niños y niñas de Medellín, cambien.

El decreto que prohíbe que los niños estén en calles de riesgo

Con el propósito de prevenir la explotación sexual y comercial de niños, niñas y adolescentes, el alcalde Federico Gutiérrez firmó el pasado 29 de enero un decreto que prohibe que menores de edad transiten en zonas de alto riesgo entre las 7 de la noche y las 5 de la madrugada.

La restricción aplica para el Parque Lleras y zonas aledañas, el corredor de La 33, para algunos sectores del centro, como la Plaza de Botero y la Veracruz, también para el boulevar de la 70. El decreto rige hasta el 24 de julio y va en la misma vía de la prohibición de consumo de sustancias psicoactivas en el espacio público que también firmó la administración de Gutiérrez. No obstante, ambas medidas han recibido críticas de quienes las consideran facilistas y superficiales.

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