Linda Perdomo no proviene de una familia con tradición política, pero heredó de su madre el sentido social. Vinculada desde su juventud al trabajo comunitario, dice defender causas populares por arraigo. Entre otros cargos, se desempeñó como directora de Redepaz y la fundación Nuevo Arcoíris. En 2008 salió elegida concejal y, tras casi cuatro periodos, piensa que está preparada para un nuevo reto electoral: aspirar a la Alcaldía de Ibagué.
Cuando se acercan las elecciones, muchas personas levantan la mano a la espera de que su nombre pegue en la opinión, pero al final solo algunos terminan en el tarjetón. Dado que usted ha sido mencionada como precandidata a la Alcaldía, le pregunto sin rodeos: ¿tiene la intención de aspirar en 2023?
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El trabajo que he desarrollado en cuatro periodos en el Concejo me han dado la posibilidad de conocer a fondo a Ibagué y sus problemáticas, pero también el reconocimiento en unos sectores sociales y políticos que nos propusieron encabezar una alternativa a la Alcaldía. Estamos en la total disposición de ayudar a construir una visión colectiva de la ciudad que apunte a un desarrollo diferente. Ya llegará el momento de poner todas las cartas sobre la mesa, pero, si me pregunta si quiero ser alcaldesa, la respuesta es sí. Tengo la preparación y el conocimiento para hacer un buen papel en favor de la ciudad y su gente.
Quizás es prematuro hablar de la carpintería política, pero, teniendo en cuenta que el concejal William Rosas y el diputado Renzo García también quieren aspirar, ¿ya están discutiendo en el seno de la Alianza Verde cómo van a definir al candidato único?
Ojalá en el partido tengamos muchos más precandidatos a la Alcaldía. Nuestro partido tiene unos estatutos a los cuales debemos regirnos todos los militantes y será el comité de avales de la Dirección Nacional el que nos indicará, bajo unos preceptos y condiciones, el mecanismo de elección, que puede ser una consulta, encuesta o un consenso.
Como se hizo evidente en las recientes elecciones legislativas, en la Alianza Verde existe una pluralidad de vertientes en las que predominan los sectores de izquierda o centro izquierda. Usted, que no se sitúa en esas orillas, ¿cómo piensa ganar el pulso por la candidatura en Ibagué?
Soy fundadora del partido y, como muchos, lo he fortalecido desde que llegué a él hace 16 años bajo la línea y tutela de ‘Lucho’ Garzón. Ahora bien, ideológicamente no me identifico dentro del partido con el ala de la izquierda radical que ha llegado.
Pienso que los extremos no son sanos para la democracia, por eso estoy en un centro que permita trabajar tanto con los de izquierda como con los de derecha. Las elecciones presidenciales nos permitieron ver una forma diferente de hacer política: Gustavo Petro, a pesar de ser de izquierda, ganó la presidencia con el apoyo de personas que no son necesariamente de ese espectro y que, incluso, son de derecha. Yo concibo y ejerzo la política en consensos.
Es claro que cada elección es diferente, pero miremos el espejo de las elecciones a la Presidencia. Alianza Verde se atomizó y terminó sin candidato único porque el sector predominante de centro izquierda era partidario de apoyar a Petro. ¿Cómo va a lograr ese consenso del que habla?
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Tengo la posibilidad de generar confianza con otros partidos y estructuras políticas. Esa es una fortaleza muy grande que tengo de mi lado. No creo que esto se haga con un grupo de personas que creen que tienen la verdad revelada. El próximo alcalde o alcaldesa será la persona que logre tejer relaciones con diferentes sectores bajo el entendido de que Ibagué está por encima de cualquier interés personal y partidista. Le apuesto, copiándome un poco de la idea del presidente electo, a convocar y forjar un Pacto por Ibagué en el que todas las corrientes pongamos nuestro grano de arena para construir la ciudad que todos queremos.
¿O sea que va a impulsar una versión local del Acuerdo Nacional?
Estoy en esa misma tónica. El Verde es una unión de fuerzas con diferentes concepciones, pero Ibagué requiere alguien que abandere la posibilidad de construir relaciones con todos. Dos o tres personas que dicen ser amigos personales del doctor Gustavo Petro creen que va a venir a hacerles campaña porque es el presidente. Entonces, tenemos que unirnos sobre lo fundamental y trabajar articuladamente para presentar una candidatura seria y responsable. Necesitamos de la buena voluntad de todos para sacar la ciudad adelante.
Algunos dicen que usted busca ser la candidata ‘barretista’ dada su cercanía con el senador Óscar Barreto. ¿Qué les responde?
Eso no es correcto decirlo, en el sentido de que milito, trabajo y quiero el aval de la Alianza Verde. Si eso se concreta, le pediré a los partidos Conservador, Liberal, Cambio Radical, ASI, Aico, Mais y todos los demás que construyamos una sola propuesta de ciudad. No es un capricho. Esto necesariamente tiene que ser un proceso de construcción política colectiva.
¿Y ha considerado la posibilidad de una candidatura por fuera del partido?
No me voy para ningún lado. Esta casa es mi casa y la he ayudado a construir. Me acogeré al mecanismo de elección que la Dirección Nacional considere. Hemos abierto la posibilidad de que lleguen nuevos actores y movimientos, pero aquí llevo 16 años fortaleciendo el partido.
Haciendo una especie de parangón, algunos dicen que usted es como Roy Barreras: es muy hábil para acomodarse en cada gobierno. ¿Qué les diría?
Aquí no vine a ser el palo en la rueda ni el comité de aplausos de ningún gobierno. Voto a favor de lo que creo que es positivo para la ciudad, independientemente del alcalde, pero también he levantado mi voz de protesta frente a lo que considero que está mal. Mi posición es muy madura: puede que un alcalde no me caiga bien o haya sido mi contradictor, pero no me interesa hacer una crítica caprichosa y negarle proyectos a la ciudad; me interesa ayudar a resolver los problemas de la gente y que Ibagué salga adelante. Si asumiera una actitud de destrucción estaría siendo irrespetuosa con la ciudad.
¿Cuáles son los temas que le preocupan de la ciudad?
Ibagué tiene serios problemas que representan grandes retos para el gobierno entrante. Por ejemplo, las deficiencias en el suministro eficiente de agua potable y de calidad, el mal estado de la red vial, el rezago en la competitividad, definir la vocación de la ciudad y saber dirigir las inversiones en ese sentido. Deberíamos estar hablando sobre estos temas, pero aquí están agarrados los precandidatos en si son amigos o enemigos de Barreto o Jaramillo. Eso es lo que nos hace diferentes al resto: no estamos pensando en la mecánica electoral sino en convocar a la unidad para construir.
¿Qué valoración hace del gobierno de Andrés Hurtado?
La única forma de concluir si le ha ido bien o mal es revisando el cumplimiento de las metas del Plan de Desarrollo que le aprobamos. A pesar de los esfuerzos que se han hecho por la recuperación económica, las acciones se han quedado cortas. El alcalde se concentró en los escenarios deportivos y se le olvidó que existe una Ibagué que necesita agua, que le arreglen los puestos de salud, que le rehabiliten las vías. Por supuesto que es importante terminar los escenarios, pero se han descuidado otros temas.
¿Y cree que en estos meses que le quedan pueda salvar esos temas en los que, según usted, se está rajando?
No creo porque ya se le acabó el tiempo. Es que el problema de vías no es solo tapar un hueco y el problema del agua no solo es instalar una gran infraestructura en tubería. Yo le reconozco al alcalde el trabajo en posicionar la imagen cultural de Ibagué por fuera de la ciudad, pero qué acá adentro qué tantos procesos culturales perduran en el tiempo.
Ha acertado en algunas cosas, pero definitivamente en la ciudad hay temas que no se van a resolver en 15 meses porque no tenemos un gobernante que entienda sus verdaderas problemáticas. La concepción que tiene de Ibagué y la política es muy diferente a las necesidades de la gente. Está desconectado de la realidad de la ciudad.
¿Qué opina de Johana Aranda, exsecretaria de Salud, como candidata a la Alcaldía?
La conozco hace muchos años y merece todo mi respeto y consideración porque es una mujer valiente, decente y buena persona, pero creo que no es justo ni correcto coger la bandera de una pandemia, que dejó millones de muertos y pérdidas económicas, para hacer campaña política. Me parece importante que quiera aspirar, porque necesitamos muchas mujeres participando en política. Ante eso no tengo ningún reparo, pero, repito, no comparto que quiera plantear una campaña con el dolor que causó el COVID-19.
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