El evento del martes 19 de marzo en el que el presidente Gustavo Petro dijo, desde el municipio de Ayapel (Córdoba), que un bloqueo cerca de la zona en la que estaban era provocado por el ‘Clan del Golfo’, dejó al descubierto una situación que, si no se corrige a tiempo, puede desencadenar hechos graves para el país.
Las imágenes hablan por sí solas. El presidente está dando su discurso y Laura Sarabia se acerca para darle un papel. Luego de leerlo, el presidente vocifera: “El ‘Clan del Golfo’ bloqueó las vías de acceso a Tierralta y la gente se está retirando por temor. ¡Orden del presidente!: el Ejército llega de inmediato y me despeja las vías en Tierralta. ¡Orden del presidente! No entiendo cómo, teniendo el Ejército aquí, el ‘Clan del Golfo’ está tapando vías. ¿Quién tiene el poder aquí?”, dijo con fuerte tono.
Petro, con ese acto, y como por si alguien tenía alguna duda, dejó expuesta la confianza que tiene puesta en la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, quien se ha convertido en su sombra desde que él llegó a la Casa de Nariño. La decisión de solo leer sin cuestionar ni una letra de lo que decía allí demuestra que el presidente no necesita verificar nada de lo que le dice Laura Sarabia, sino que le cree con los ojos cerrados. Su confianza en ella es tanta que si ella se equivoca, él se equivoca, como, por lo revelado a continuación pasó en este caso.
Luego de que el presidente Petro dijera “no vamos a admitir chantajes ni bloqueos. ¡Qué bonitos!: el abogado [del ‘Clan del Golfo’] dice que sí acepta los diálogos de paz y, por el otro lado, están impidiendo que el pueblo hable. Así no es la paz, señores. Entonces, general, por favor, dé las órdenes y mueva las tropas como tiene que ser”, miembros de la Fuerza Pública fueron hasta la vía que estaba cerrada y levantaron el bloqueo que, a diferencia de lo que dijo el presidente, no era provocado por grupos al margen de la ley, sino por campesinos que buscaban ser escuchados en medio de la coyuntura de tener al primer mandatario medianamente cerca.
“Nosotros no somos integrantes del ‘Clan del Golfo’. Nosotros somos campesinos de la vereda Gramalote, Barú y Marsella. Nosotros bloqueamos la vía para hacer valer nuestros derechos, porque necesitamos una vía de acceso buena, íntegra, ya que la erupción del río no está haciendo un grave daño. Nos dejó muy triste las palabras del presidente, que está velando por la paz, por los campesinos, porque nos mandó al Esmad a desbloquear la vía, en vez de mandar una comisión para ver cuál era la problemática”, dijo Luis Emiro Ortega, líder campesino de Valencia, Córdoba, en Noticias Caracol.
De hecho, durante la mañana de este 20 de marzo, un video de hombres y mujeres exigiendo una retractación del presidente se ha difundido en las redes sociales. “No entendemos por qué el señor presidente Petro nos trata de paramilitares. Somos campesinos. Luchadores. Que haga el favor y nos respete. Estamos dando la cara por la comunidad…”, dijo un hombre que tomó la vocería para que no los estigmaticen. Estas son las imágenes.
Ayer, desde Ayapel en Córdoba, el presidente @petrogustavo dijo que hubo un bloqueo en la vía a Tierralta y aseguró que fue el Clan del golfo. De hecho, regañó al Ejército en público.
Hoy, integrantes de la comunidad le exigen al mandatario que se retracte y que los respete.… pic.twitter.com/kDbVbxztqF
— Diana Coronado (@lacoronadation) March 20, 2024
Del bloqueo participaban campesinos, ancianos, menores de edad, entre otros, pero nadie del Gobierno se tomó el tiempo de verificar cómo eran estas manifestaciones y el presidente, creyéndole a Laura Sarabia la información que le pasó en un papel, empezó a estigmatizar la protesta de los campesinos; lo mismo que tanto le criticó a Iván Duque cuando le hacía oposición.
Esto deja al descubierto que el rol de Laura Sarabia va mucho más allá de ser la directora del Dapre. Ella, por la confianza que le tiene el presidente, es la que termina por verificar la información con la que Petro se dirige a todo un país, pero cuando a ella se le ‘escapan’ errores como el de este martes, las consecuencias podrían ser graves.
Y en esto también tiene responsabilidad el presidente. Dejándose llevar por la efervescencia del momento, él toma decisiones o hace anuncios que terminan por ser determinantes en el futuro de la Nación, pues así como decidió que se debía desbloquear la vía, decidió, en otro evento similar, lanzar la propuesta de una asamblea nacional constituyente.
Sobre el caso de Tierralta, en Noticias Caracol mencionaron que desde la Gobernación de Córdoba indicaron que lo que provocó este error es que hubo una información cruzada entre las manifestaciones de los campesinos y unas supuestas amenazas del ‘Clan del Golfo’, mientras que en La Silla Vacía indicaron que una fuente de la Policía les indicó que ni siquiera hubo una presión del grupo delincuencial.
Toda esta situación demuestra una seguidilla de errores que terminaron en el pronunciamiento del presidente. La falta de verificación de la información en este caso terminó en una estigmatización campesina, pero un hecho similar a gran escala podría desencadenar problemas mayores en los que la responsabilidad recaerá sobre Petro y su círculo más cercano, que, como lo demostró este caso, tiene como último filtro a Laura Sarabia.
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