El periodista dice que Carlos Mattos, señalado de corromper a funcionarios para beneficiarse en un pleito por derechos comerciales de la marca surcoreana en el país, empezó por “comprar primero al juez” y luego al resto de los presuntos cómplices que intervinieron en la operación.

(…) Solo entonces –cuando estaba seguro del resultado– presentó la demanda para favorecer sus intereses”, señaló Coronell citando al fiscal  Daniel Hernández, que conduce la investigación.

Todo se habría acordado en un apartamento en Bogotá a donde acudieron el juez Reinaldo Huertas (detenido), el oficial mayor del juzgado Dagoberto Rodríguez (detenido) y Carlos Mattos (en libertad).

Allí se habría arreglado no solo el pago de unos $2.000 millones al juez y sino a quienes se podía involucrar en la operación fraudulenta, señaló un informe especial de la revista Semana.

Ese encuentro lo habría arreglado el abogado Luis David Durán (cercano al empresario y a Hyundai Colombia) sobre quien existen sospechas de haber “manipulado procesos y repartos judiciales” en otras ocasiones, indicó el columnista.

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La empresa criminal  involucró a 7 funcionarios de la rama judicial, expertos en sistemas electrónicos, que al tiempo en que alteraban el reparto del proceso de Carlos Mattos, se encargaban de borrar las huellas del ilícito.

La publicación destalla que el día en el que el Juzgado Sexto Civil recibió el caso de Mattos-Hyundai, casualmente se presentó una falla general en el sistema  afectando a 47 despachos judiciales del circuito de Bogotá, por un periodo de 3 minutos.

Cando el sistema volvió a la normalidad ya se había efectuado el reparto al Juzgado Sexto y se habrían eliminado las huellas del ilícito.

El juez Huertas falló en apenas 3 semanas un demanda que favoreció a Mattos con una indemnización estimada en 35 millones de dólares.

La estrategia del empresario y sus abogados en Colombia, entre quienes está el jurista Iván Cancino, apuntaba a que la Corte Suprema de Justicia avalara la decisión del juez y así obligar a Hyundai a aceptar el millonario trato.

Carlos Mattos se encuentra en España desde donde sigue el curso de las investigaciones en su contra, pero sin que haya sido capturado todavía porque “la Audiencia Nacional no tiene constancia de la orden de detención internacional”, informó El Español la semana pasada.

Semana cree que el empresario contará con mejores herramientas jurídicas en ese país para plantar su defensa y evitar una posible extradición hacia Colombia.