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José Jaramillo Mejía, escritor y cronista, regresa al panorama literario con una nueva edición de su obra titulada ‘Las trochas de la memoria. Historias de la segunda colonización antioqueña’, que fue publicada por primera vez en 2017. Esta reedición, que se presenta en el Museo de la Quindianidad en La Tebaida, su municipio natal, revive la narrativa histórica en torno a la llegada de migrantes antioqueños al antiguo Caldas. El libro transita, según el intelectual Octavo Hernández Jiménez, entre la historia y la literatura, ofreciendo un relato emotivo y vibrante sobre los orígenes y vivencias de aquellos antepasados que poblaron la región. Para quienes tienen raíces paisas, resulta una inmersión nostálgica en la memoria familiar y regional.
Jaramillo Mejía, quien nació en Filandia y vivió desde niño en Circasia antes de establecerse en Manizales, es un escritor prolífico que ha sido testigo y relator del devenir del Eje Cafetero. Su constancia queda evidenciada en sus colaboraciones semanales con La Patria y La Crónica del Quindío, aun a sus 85 años. Su vitalidad y dedicación a la escritura lo convierten en una voz fundamental sobre la historia y la vida cotidiana de la región. Sus textos han acompañado a lectores a través de generaciones, invitando a rememorar la transformación del Viejo Caldas y sus departamentos actuales: Caldas, Risaralda y Quindío.
En la presentación de uno de sus libros más recientes, el historiador Albeiro Valencia Llano destaca la significativa producción bibliográfica de Jaramillo Mejía. Obras como “Los Azucenos. El impulso de una generación de empresarios manizaleños” (2001), “José Restrepo Restrepo. Semblanza de un patricio” (2009), “Arturo Arango Uribe. El Hombre, El Intelectual, El Pionero, El Ciudadano” (2012) y “Este soy yo, tal cual… Rafael Arango Villegas” (2013) rinden homenaje a figuras ilustres de Manizales y de la historia regional. Una publicación especial dedicada a Circasia fue presentada en la Casa de la Cultura Antonio Valencia Mejía, reafirmando su vínculo con esa tierra.
Además de su producción reciente, resalta el reconocimiento de sus libros de las décadas de los años ochenta y noventa como “QUÉ HAY POR AI” (1983) y “EL ÉXODO” (1993), los cuales recopilan crónicas originalmente publicadas en La Patria de Manizales. Estas obras son apreciadas tanto por su valor testimonial como por la emoción y nostalgia que evocan en lectores que consideran las historias de sus propias familias y comunidades.
Entre las crónicas favoritas de quienes siguen la obra de Jaramillo Mejía, se encuentran títulos como “Carta a la madre”, una emotiva carta escrita a su madre con ocasión de su setenta cumpleaños; “La escalera”, sobre los emblemáticos buses escaleras del trayecto Armenia-Filandia; “Anécdotas del Instituto Universitario”, que revive experiencias estudiantiles; “Bandas de pueblo”, evocando las agrupaciones musicales tradicionales; y una semblanza dedicada al humanista Euclides Jaramillo Arango. A través de estos textos, se percibe una mirada sensible y profunda sobre las dinámicas sociales y culturales de la región.
La obra de José Jaramillo Mejía, tan cercana al corazón del Eje Cafetero, consolida su relevancia como cronista e historiador de las memorias, los personajes y la cultura regional. Su escritura sigue siendo motivo de satisfacción para quienes buscan descubrir o reencontrarse con las raíces y el devenir del antiguo Caldas y el actual Quindío.
¿Qué características definen la segunda colonización antioqueña según las crónicas de José Jaramillo Mejía?
Esta pregunta surge porque la segunda colonización antioqueña es el eje temático principal de la obra ‘Las trochas de la memoria’. José Jaramillo Mejía retrata este proceso no solo desde una perspectiva histórica, sino también literaria, ofreciendo relatos que profundizan en las experiencias personales y colectivas de quienes llegaron al antiguo Caldas. Su acercamiento permite entender las complejidades y matices de esa migración, así como los impactos en la identidad regional.
Explorar las características de la segunda colonización, a través de las crónicas de Jaramillo Mejía, resulta fundamental para comprender el desarrollo social y cultural del Eje Cafetero. El enfoque vivencial y anecdótico del autor contribuye a que quienes leen estas historias puedan relacionarlas con su propio pasado familiar y con la transformación de los territorios que hoy conforman Caldas, Risaralda y Quindío.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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