Trauma múltiple, luxación y fractura de clavícula fue el diagnostico con el que terminó un privado de la libertad, luego de que, en 2019, al parecer cuatro dragoneantes lo maltrataran y castigaran por venganza en la cárcel de Tuluá.

Tres años después, luego de concluir su investigación, la Procuraduría formuló pliego de cargos y llevó a juicio disciplinario a los dragoneantes Carlos Fernando Avedillo, José Edwin Navarro, Diego Fernando Ruiz y Herson Leonardo Gutiérrez.

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“Los hechos, ocurridos en noviembre de 2019, habrían tenido lugar en las aulas que se utilizan para impartir clases a las personas privadas de la libertad, hasta donde llevaron a la víctima y, al parecer, lo golpearon con bastones de mando y agredieron con patadas y puños, e incluso gasearon su rostro”, explicó la Procuraduría.

La Procuraduría asegura que, al parecer, los dragoneantes infligieron dicho castigo físico, dado que cuando el interno estaba en libertad, habría “participado en hechos delictivos” contra uno de sus compañeros del Inpec.

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Para el Ministerio Público, los dragoneantes pudieron incurrir en una falta grave, tras quebrantar el principio de “tratar con respeto a las personas, y con mayor entereza, a aquellas que se encuentran bajo su cuidado en estado de indefensión”.

Los hechos ocurrieron en la misma prisión donde, en julio pasado, 53 internos murieron y otros 25 salieron gravemente heridos luego de un incendio que consumió el pabellón 8 del centro de reclusión. Se trató de la tragedia más grade en un penal que se haya registrado durante este siglo en Colombia.