Los altos mandos de las Farc comparecieron ante las víctimas de más de 21.000 secuestros por los que fueron imputados y de los que admitieron su culpa durante una audiencia este martes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). 

Rodrigo Londoño alias ‘Timochenko’, ‘Pablo Catatumbo’, ‘Pastor Alape’, ‘Milton Toncel’ y Julián Gallo se sentaron frente a las víctimas y reconocieron su responsabilidad sobre los crímenes de guerra perpetrados durante la comandancia que ejercieron al frente de la organización terrorista.

“Nunca imaginé lo increíblemente duro, lo terriblemente desgarrador que sería sentarme frente a ustedes a escuchar todo el daño que les causamos”. fue una de las frases que dejó Catatumbo ante los desgarradores testimonios.

En medio de la audiencia, la excandidata Íngrid Betancourt encaró a Toncel para exigirle no omitir detalles sobre los terceros que habrían participado en su secuestro de seis años cuando hacía campaña a la presidencia en 2002.

“Yo no pedí que me llevaran en helicóptero a San Vicente, me ofrecieron llevarme, esa fue una estrategia para retrasar mi salida del aeropuerto para que yo llegara después del presidente Pastrana”, fue uno de los primeros cuestionamientos que hizo Betancourt.

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Aunque la excandidata le reconoció al excomandante Milton de Jesús Toncel su trato diferencial durante el cautiverio, si le recriminó por presumir el acto como si fuera un gesto de humanidad. 

“Es inexacto pintar esto como si fuera algo idílico, nosotras íbamos a la rancha y no había carne, nunca la hubo. Había dos gallinas y olíamos el huevo frito por las mañanas, pero eso nunca fue para nosotras, era para sus hombres, entonces a nosotras [en referencia a Clara Rojas] nunca nos trataron igual”, señaló.

Según el excomandante, tanto a Rojas como a Betancourt se les hizo un espacio diferente con una puerta a la que no tenían permiso de acceder los guerrilleros que las custodiaban. Sobre eso, la excandidata precisó: “Era como una embajada y eso se lo agradezco porque antes de eso sufrimos abuso y maltrato. Sin embargo, cada palabra que ustedes dicen es como una daga en el corazón, no son simplemente comentarios o narrativas neutras”.