Hay que recordar que la guerrilla del Eln atacó con una camioneta cargada con 80 kilos de pentolita la Escuela General Francisco de Paula Santander, provocando la muerte de 20 cadetes, entre ellos la ecuatoriana Érika Chicó Vallejo, más el atacante.
Para la identificación de los cuerpos, el Instituto utilizó laboratorios de genética en donde trabajaron médicos forenses, odontólogos, antropólogos, dactiloscopistas y fotógrafos.
Tras el ataque, que también dejó 68 heridos, el presidente de Colombia, Iván Duque, reactivó las órdenes de captura contra los negociadores del Eln que se encuentran en La Habana.
Ante la petición, el Gobierno de la isla invocó protocolos diplomáticos y desde entonces el mandatario colombiano ha reiterado en varias oportunidades la importancia de que Cuba entregue a los negociadores.
Por su parte, el líder negociador de esa guerrilla, Israel Ramírez, alias ‘Pablo Beltrán’, afirmó que el equipo que está en La Habana no tiene vínculos con el atentado y pidió al Gobierno el salvoconducto estipulado en los protocolos de las conversaciones.
La Interpol emitió además circular roja contra ‘Pablo Beltrán’ por los delitos de secuestro simple, hurto y hurto calificado, y contra Víctor Orlando Cubides, alias ‘Aureliano Carbonell’, también negociador de esa guerrilla, por los delitos de homicidio, terrorismo y lesiones.
El Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos (2010-2018) y el Eln iniciaron las negociaciones de paz en febrero de 2017 en Quito, pero fueron trasladadas a La Habana en mayo del año pasado.
Duque, quien asumió el cargo en agosto pasado, ha condicionado la continuidad de los diálogos a que esa guerrilla libere a todos los secuestrados que tiene en su poder y a que abandone todas las actividades criminales.
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