El reconocido puente de Ibagué está deteriorado, permanece lleno de basura y con presencia constante de habitantes de calle. En una primera impresión, estas problemáticas podrían entenderse como molestias simples para los ciudadanos que optan transitar por esta plataforma, no obstante, si se realiza una visión más profunda a esta construcción, se puede apreciar que el deterioro de sus partes representan un verdadero peligro para los transeúntes.
El puente, cuyo propósito de fabricación fue la de salvaguardar la integridad de las personas que necesitaban cruzar la doble calzada, con la falta de mantenimiento se ha alejado de su principal finalidad, y por el contrario, ahora representa un riesgo debido al debilitamiento y desprendimiento de las láminas que le componen.
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La carrera Quinta mantiene un alto flujo de vehículos, pero, hay personas que prefieren pasar por debajo de la estructura debido a la sensación de inseguridad que les embarga al pasar sobre este, ya que, para cruzarlo, deben hacerlo con mucho cuidado en algunas zonas, sobretodo en las escaleras que vibran cuando son pisadas.
A esto se le puede sumar el hecho de que en determinadas horas del día, este sitio aparenta estar sin vigilancia alguna, y con los antecedentes de robos perpetrados allí, las personas prefieren no arriesgarse a caminar por ahí, aun existiendo un CAI de la Policía Metropolitana de Ibagué a un costado de la plataforma.
La realidad es que ‘El Puente del Éxito’ requiere intervención, es una de las pocas estructuras de este tipo que existen en la ciudad y en vez de ofrecer un paso supremamente seguro a los peatones, aumenta su percepción de inseguridad.
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