Ante un juez de control de garantías de Bucaramanga, este domingo, Ardila confesó que asesinó a la joven, trabajadora sexual, “porque no tenía dinero para pagarle por sus servicios”, informó Blu Radio.

El acusado asfixió a Álvarez Mejía dentro de un apartamento, la empacó en una maleta y abandonó su cuerpo en un basurero cerca del Parque Antonia Santos, en la noche del pasado viernes 14 de enero. Lo último quedó evidenciado en un video.

Posteriormente, Ardila fue capturado por el señalamiento de algunos testigos. Durante la audiencia de imputación de cargos se conoció que estuvo laborando con la Policía Nacional, aunque se desconoce el grado y la unidad para la que prestaba sus servicios.

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Además, el fiscal del caso reveló que Ardila fue desvinculado de la institución hace 10 años “por tener problemas psicológicos y con sustancias alucinógenas”, añadió la emisora.

“Ese individuo está a órdenes de la justicia con medida de aseguramiento. El sujeto se allanó a los cargos. La mujer tenía 2 hijos y estaba en Bucaramanga hace 6 meses, aproximadamente”, manifestó el general Samuel Bernal, comandante de la Policía de Santander.

Por su parte, la emisora consultó a la experta en psicología Sonia Ayala, que habló sobre el caso y mencionó: “Es una persona con fuertes trastornos mentales. Ni siquiera pensó lo que había hecho, la única solución que encuentra en deshacerse de la mujer”.